La Consellería de Sanidade maneja tres nombres para relevar a Mario González González en la Gerencia del área sanitaria viguesa. El elegido deberá tomar las riendas del reto más importante del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) en décadas: la puesta en marcha del nuevo hospital.

Una de las posibilidades es Ana Sánchez, directora de la oficina técnica de seguimiento de las obras del complejo en construcción en Beade. A su favor tiene su profundo conocimiento sobre la futura infraestructura y su dotación. Sin embargo, su candidatura pierde fuelle ante la oposición a su designación manifestada por los sindicatos. La previsión es que se adopte una decisión esta semana.

Mientras tanto, el aún gerente del Chuvi y los centros de salud de 26 concellos de la provincia inició ayer las despedidas. Por vía telefónica, comunicó su salida a los sindicatos presentes en la junta de personal y les informó de que se marchará mañana. González regresará a su plaza de inspector médico en el Principado de Asturias.

También se despidió de buena parte del staff médico del Chuvi. La persona que sustituya a González tiene una ardua tarea por delante. De hecho, ayer se reunió el foro de jefes de servicio ante la preocupación existente por la falta de información sobre la planificación del traslado al nuevo hospital. Los mandos quieren conocer el cronograma global y detallado de la mudanza y los planes existentes en cuanto al personal. En la actualidad, las vacaciones del personal están restringidas, a la espera de conocer cuáles y cuándo serán los movimientos de cada servicio.

La concesionaria de la construcción del nuevo hospital, el Álvaro Cunqueiro, deberá entregar las llaves del complejo el próximo 24 de abril. A partir de ahí, el Sergas deberá dotarlo de equipamiento. El traslado de la atención será progresiva. Según los planes del Sergas, el complejo se inauguraría en el mes de julio con la apertura de la zona de consultas externas. Con el zócalo ambulatorio en funcionamiento, comenzaría a trasladarse la hospitalización y a estrenarse los quirófanos con cirugías programadas en el mes de agosto. En septiembre debería cerrarse todo el proceso. El último será el servicio de urgencias, que se concentrará con una puerta única en Beade.

Muchos de los movimientos en el complejo incluirán al resto de hospitales y serán como un puzzle en el que para que algunos servicios se trasladen a un espacio, deberá dejarlo antes libre otro. Además, se incluyen obras en el Meixoeiro y el Nicolás Peña para adecuarlos a sus nuevas funciones.