María José Caride se volcará en la campaña del 24-M "con ilusión y respeto", pero asegura que el 18 de mayo será ella quien examine a sus alumnos del campus de Ourense. "Es una cuestión de responsabilidad", avanza durante la entrevista en su despacho de la Facultad de Económicas de Vigo, a la que pertenece. Regresa a la primera línea política tras cuatro años de retiroretiro en la docencia con el objetivo de "sumar en el equipo de Abel Caballero y ser partícipe de la transformación de la ciudad".
-Abel Caballero, Abel Losada, Xosé Carlos Arias y ahora usted. ¿Es Económicas cantera socialista?
-En parte es coincidencia, pero tengo que reconocer la implicación de la facultad en la situación económica y social del país y su análisis de la gestión de los recursos públicos.
-¿Por qué aceptó dar el salto a la política municipal?
-Creo en la política como un servicio público y precisamente ahora es necesario que las personas que comparten esa visión den un paso al frente. De lo contrario, ¿en manos de quién dejamos esa responsabilidad?
-¿Le sorprendió la llamada del alcalde no siendo parte de su círculo más cercano ni estar en las quinielas?
-La primera llamada sí. Pero nos entendimos enseguida. Es general la percepción de que Vigo se ha transformado en los últimos ocho años, el trabajo del gobierno ha sido revolucionario y quiero formar parte del proyecto socialista para seguir ayudando a los ciudadanos y colocar a la ciudad en la posición que le corresponde en Galicia y en España.
-¿Llega con algún compromiso sobre el papel que desempeñará?
-En ningún momento lo abordamos. Entro con muchísima ilusión y respeto por lo conseguido e intentaré sumar desde cualquier posición.
-¿Qué puntos fuertes ve en el proyecto del PSOE vigués?
-Ha conseguido que todos nos sintamos orgullosos de ser de aquí. Ha construido una ciudad más cómoda y humana sin dejar de atender las necesidades sociales. Y el reto ahora es profundizar en esta renovación manteniendo como prioridades la creación de empleo, la acción social, las becas de comedor y facilitando proyectos empresariales. Caballero es el alcalde que mejor ha defendido los intereses de la ciudad.
-Tras ser conselleira y diputada autonómica, ¿se siente identificada con una política más local?
-Totalmente. Es un reto apasionante. En política local las decisiones tienen efectos inmediatos y quiero empezar a ser partícipe del cambio cuanto antes. Soy vecina de Lavadores, he vivido la mejora de la ciudad en estos dos mandatos y me siento plenamente implicada.
-Fue conselleira y mano derecha del presidente de la Xunta, Pérez Touriño.¿Está preparada para este nuevo papel como edil?
-En Santiago tenía un perfil más visible pero me sentí siempre parte de un equipo y, sobre todo, de un proyecto político. Vengo para ayudar al grupo de Abel Caballero sin importar desde dónde. Los compañeros han sido increíblemente amables y cuento con su ayuda para el trabajo más de calle, donde soy novata. Pero conozco y vivo la realidad viguesa.
-¿Qué infraestructuras ve urgentes para apuntalar el futuro de Vigo?
-El Concello ha hecho grandes esfuerzos en los ámbitos de su competencia, pero no hay colaboración de la Xunta. Es una tomadura de pelo que a dos meses de las elecciones se saquen de la chistera el proyecto de la intermodal y el túnel de Beiramar después de años olvidado. Es una actuación estratégica que el bipartido dejó planificada y sería un revulsivo en la zona del Auditorio.
-¿Cómo se puede mejorar la competitividad de Peinador?
-Lo primero es que no se siga discriminando a Vigo. Uno puede cuestionarse si hay que promocionar conexiones desde la Administración, pero una vez que la Xunta lo hace, no puede volcarse en dos aeropuertos y dejar desprotegido a Peinador.
-¿Ha cambiado su perspectiva de la política en esta pausa de cuatro años en la Universidad?
-Me he dado cuenta del delicado momento que atravesamos a nivel de imagen. En estos años mi hijo pequeño me decía que era una suerte que ya no me dedicara a la política cuando veía determinadas noticias. Y me hizo reflexionar. Para revertir ese descrédito, la gestión pública debe ser más transparente. Hay que renovar entidades opacas como las diputaciones, reestructurar el Senado y abrirse a los ciudadanos.
-¿Cómo?
-Haciéndolos partícipes de las decisiones. Escuchando a los colectivos y pateando la calle. Caballero lo ha hecho muy bien conectando con las demandas de los vigueses. Y en otra esfera, pensando en una transformación del sistema, por qué no aspirar en un futuro a unas listas abiertas.
-¿Ve posible mejorar las relaciones entre Concello y Xunta?
-Es lo idóneo y sería sencillo si las dos partes tuvieran claro el objetivo. Pero desgraciadamente la Xunta no ha atendido las necesidades de la ciudad y debe cambiar.
