"La velocidad de paso por encima del viaducto del Ulla es de unos 200 kilómetros por hora... Lo recorreremos en unos 28 segundos". A través de la megafonía del tren, la voz del maquinista suena grave y emocionada. Apenas un minuto después el veloz convoy Avant S-121 que pilota enfila el impresionante viaducto de 1.620 metros que atraviesa el río Ulla. Bajo las ventanillas del vagón -cubierto por un sol primaveral- se desliza el paisaje que separa Catoira y Rianxo y las aguas del río Ulla. El collage verde y azul brilla a ambos lados del esqueleto de acero del viaducto. De fondo, el suave e intermitente traqueteo del tren. Son solo unos segundos. Al cabo de un suspiro, el convoy Avant S-121 deja el último travesaño del viaducto y continúa rumbo a la estación de Vigo, con una velocidad que ronda los 200 kilómetros por hora.

El Eje Atlántico dio ayer un salto de gigante hacia el siglo XXI. Apenas unos minutos después de las 17.30 horas salía del andén Nº 2 de la estación de A Coruña un tren S-121 -igual a los que los que cubren desde hace años el trayecto entre A Coruña y Ourense, a alta velocidad- rumbo a la nueva terminal de Vigo-Urzáiz. Nunca antes un convoy con pasajeros había enfilado ese trecho con una locomotora puntera y sobre las variantes que vertebran el modernizado eje A Coruña-Vigo. El viaje forma parte de las pruebas técnicas del Eje Atlántico, pero constituye un hito en la historia ferroviaria de Galicia.

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A bordo del S-121 viajan, entre otros, la ministra de Fomento, Ana Pastor; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de A Coruña, Carlos Negreira; la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo; la conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez; y altos cargos de Adif y Renfe. En total -con los periodistas que cubren el trayecto- el número de pasajeros superaba el medio centenar. Antes de subirse al convoy, Pastor y Feijóo se fotografiaron con empleados de la estación herculina. Sonrisas. Comentarios de alegría. Al cabo de unos minutos, el S-121 hace sonar su bocina. Y se pone en marcha.

Diez minutos después de abandonar los andenes de A Coruña el convoy pasa cerca de la subestación de Cerdeda-Meirama. A través de la megafonía, el maquinista recuerda la importancia de la instalación para surtir de electricidad a la vía. El Avant S-121 continúa a cerca de 200 km/h los 62 kilómetros que distan entre A Coruña y Santiago. Aproximadamente un tercio del viaje -unos 20 km- transcurre bajo tierra, por túneles. Al filo de las 18.00 horas el convoy llega a los andenes de Santiago de Compostela, donde se suben el alcalde de la urbe jubilar, Agustín Hernández; y el de Padrón, Antonio Fernández. La ministra, Ana Pastor, bajó al andén para recibirlos.

Minutos después el tren toma la bifurcación del Sar, pasa por Osebe y continúa por la bifurcación de Angueira rumbo a la estación de Padrón-Barbanza. En el recorrido el Avant cubre los casi 2,5 kilómetros del viaducto del Sar, uno de los más largos de la red ferroviaria española y que atraviesa los ríos Sar y Sarela. Atravesarlo le lleva al convoy cerca de un minuto. La estructura se diseño para salvar las inundaciones que se registran de forma frecuente en el valle, a caballo entre Padrón y Rois. A las 18.20 horas aproximadamente, el moderno tren llega a Vilagarcía de Arousa.

A bordo del primer AVE A Coruña - Vigo. // FDV

El viaje continúa rumbo a la estación de Pontevedra, a donde el S-121 llegó ayer a las 18.30 h pasadas. En la urbe del Lérez se subió el regidor de Redondela, Javier Bas, por cuyo municipio el tren avanzaría pocos minutos después. Antes de llegar a Urzáiz el convoy atravesó varios túneles, como los de Novelle (1,9 kilómetros), Redondela (2,5 km) y As Maceiras, de 8,3 km. Este último es el más impresionante. Recorrerlo lleva a la moderna locomotora varios minutos y a su salida el pasajero se topa con el lucernario de la estación de Urzáiz. El S-121 se detuvo en la terminal olívica pasadas las 18.50 h, 80 minutos después de salir de A Coruña, un tiempo muy alejado de las cerca de dos horas -algún servicio ronda las dos horas y media- que se demoran los trenes de Media Distancia (MD) actuales en recorrer el trayecto. Las autoridades que esperaban el Avant, en el anden 1 de la nueva terminal de Urzáiz, lo recibieron con aplausos. En la estación estaban, entre otros, el alcalde, Abel Caballero; ediles de Vigo o la candidata del Partido Popular (PP) al Concello, Elena Muñoz.

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Fuera de la estación aguardaban decenas de personas, desperdigadas en torno al acceso principal para intentar ver el tren o el interior de la terminal. Una prueba del interés que despierta el AVE y la nueva infraestructura que enlazará el eje Vigo-A Coruña en apenas 70 minutos, una vez finalicen las labores para calibrar el viaje.

El recorrido de ayer fue solo una prueba, pero demuestra las ventajas del modernizado Eje Atlántico, capaz de enlazar las principales urbes de Galicia en mucho menos tiempo del que emplea ahora el tren. El viaje de prueba culminó sin sorpresas, con el tiempo previsto -ligeramente superior al definitivo- y sin más incidencia que una pequeña parada, de pocos segundos, en uno de los túneles que vertebran el corredor. En total el Eje Atlántico modernizado discurre por 37 subterráneos que suman 59,3 kilómetros y 32 viaductos que suman en conjunto 15.000 m.