La investigación judicial por el accidente que el pasado mes de septiembre ocasionó graves lesiones medulares a un ciclista en el monte Alba está próxima a su fin. El lunes pasado prestó declaración en el Juzgado de Instrucción 6 de Vigo la víctima, que a consecuencia del siniestro se ha quedado parapléjico. El suyo era el único interrogatorio judicial que faltaba. El accidente se produjo al chocar el deportista contra una roca colocada en un sendero del monte. Los clubes creen que la piedra fue colocada para hacer daño y el atestado de la Policía Local apunta también cierta intencionalidad. En la misma senda -muy frecuentada por ciclistas- habrían aparecido, además, troncos atravesados, una auténtica trampa para los deportistas según los aficionados. Cuatro personas han sido imputadas, entre ellas un responsable y tres operarios de la Comunidad de Montes de Valladares.

Diego, de 38 años de edad, acudió al juzgado en silla de ruedas y se emocionó en varias ocasiones al recordar lo sucedido aquel fatídico día. No habría aportado datos claves sobre la intencionalidad o no de la roca en medio de la rampa de bajada, pero sí de todo lo ocurrido pues aseguró que no llegó a perder la consciencia.

El propio deportista se dio cuenta de la gravedad de su caída al oír el "ruido" del hueso al romperse tras el salto sobre la piedra. Él mismo avisó al 061 con su teléfono móvil, aunque tardó más de cinco minutos en poder cogerlo. Permaneció tirado en el suelo y sólo entre 20 y 30 minutos, hasta que tres ciclistas que bajaban por el mismo sendero lo encontraron.

Aprovechando su presencia en los juzgados vigueses se le practicaron varias revisiones forenses, ya que durante la semana permanece en un centro especial de recuperación. Una vez que se aporten los informes forenses, si las partes no piden nuevas pruebas, la magistrada podría remitir los autos a la Fiscalía para la calificación de los hechos. En función de si el Ministerio Público acusa o no, la magistrada podría decretar el archivo de la causa o el auto de procedimiento abreviado.

En principio no hay testigos directos de que vieran cómo se colocó la piedra, si bien un veterano ciclista acudió aquel 4 de septiembre, antes de conocerse el accidente, a las instalaciones de la Comunidad de Montes a pedir explicaciones de la razón por la que les estaban "bloqueando" el sendero. Ante la magistrada declaró que el vicepresidente imputado en la causa, llegó a admitirle ante la presidenta de los comuneros que él era el responsable. Ésta refirió que el ciclista acudió a las oficinas y discutió con el directivo, pero negó haber escuchado a éste decirle que era quien había ordenado colocar obstáculos en el sendero. Precisamente cuando estaba en la sede de la Comunidad de Montes, el "biker" se enteró del siniestro que acababa de sufrir Diego.

Otros ciclistas han declarado también en el juzgado que se encontraron con el vicepresidente de los comuneros y los tres operarios imputados en la zona del accidente: dos deportistas manifestaron que se cruzaron con ellos cuando no había obstáculo peligroso alguno en el camino, y otros dos señalaron que ya se encontraron las piedras en el sendero. La Comunidad de Montes, de quien depende el monte Alba, cree que todo fue una "accidente". Criterio muy distintos al de los allegados de Diego, que piden Justicia.