Siempre han sido mayoría en Enfermería; desde hace más de una década, en Farmacia y Fisioterapia; y en los últimos tres años, también en Odontología. Pero había una profesión sanitaria que se resistía al dominio de las mujeres: la Medicina. Hasta ahora. En 2013 -al que corresponden los últimos datos publicados por el Instituto Gallego de Estadística-, las médicas en ejercicio colegiadas en la provincia son, por primera vez, más que los médicos.
Solo hace una década, las doctoras no representaban más que el 41% de los médicos en ejercicio de la provincia. Es el dato más antiguo registrado para observar la evolución. Desde entonces, la balanza no ha cesado de avanzar hacia el equilibrio y, ya en 2013, al predominio de las mujeres, con más del 51%.
Los números se han equiparado por el importante desembarco de mujeres en la profesión, mientras que la cantidad de hombre se mantiene. Además, estos se hacen mayores y cada vez hay más jubilados. El número de doctoras registradas en el Colegio Oficial de Médicos de Pontevedra ha crecido en un 48% en una década, pasando de 1.347 hasta superar los dos millares -2.002 en 2013-. Aunque la inscripción de varones ha caído muy ligeramente, hoy no son menos que las féminas -2.204-. La cuestión es que su edad media es más alta y el 15,6% ya no ejercen -344-. Así, las médicas en activo ya son un centenar más -1.964 frente a los 1.860 médicos-.
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La llegada de las mujeres a la mayoría, desbancando a los varones por primera vez, coincide también con otro fenómeno: el aluvión de jubilaciones, debido al plan de ordenación de recursos humanos que aprobó el Sergas en 2012, que ordena la jubilación forzosa a los 65 años. El colectivo de retirados aumentaba cada año a un ritmo pausado, de entre un 0,75% a un 7%, hasta hace tres años, que se disparó hasta el 13,4%. En 2013 ya era el doble -25%-. Esto ha supuesto que, en un solo año, se haya reducido el número de médicos en ejercicio en la provincia en más de un centenar. Así, y tomando como referencia las cifras de población del INE para esos años, en 2012 había un doctor por cada 242 personas y, en 2013, a cada profesional le corresponden siete habitantes más.
Pero hay más factores que están mermando la cantidad de médicos de la provincia. No solo ha descendido el número de los que están en activo, si no el total. Lo hace en menor medida -36 menos, hasta 4.206-, pero es el primer retroceso registrado en una década. Detrás de esto podría encontrarse la emigración de los profesionales a otras comunidades o países.
