Centenares de personas se han manifestado este viernes por las calles del centro de Vigo para exigir la readmisión de los 13 trabajadores despedidos por la dirección del hospital Povisa, y en apoyo de los tres miembros del comité de empresa que están en huelga de hambre desde el martes.

La marcha, que ha salido sobre las 20,00 horas de la Plaza de España, ha discurrido sin incidentes hasta la Porta do Sol. Los manifestantes han coreado consignas contra la política de recortes de la dirección del hospital y contra la actitud de la Xunta y el Sergas de "mirar para otro lado".

Al final de la manifestación se ha leído un manifiesto en el que los convocantes de la protesta han recordado que llevan "más de 6 años sufriendo despidos, reducciones de jornada, turnos que no dejan conciliar la vida laboral y familiar, y la reducción de salarios hasta un 22 por ciento".

Asimismo, han advertido de que Povisa "hace de la salud un negocio", con la "complicidad" de la Xunta y del PP; y han denunciado las "amenazas, coacciones y despidos de la dirección". "`No nos van a amedrentar!", han exclamado, y han reprochado a la Inspección de Trabajo "que no sancione", al Sergas que "permita la precariedad asistencial y laboral", a los juzgados por no "obligarles a cumplir las sentencias", y a la Xunta "por premiarles a pesar de la disminución de personal y de la calidad asistencial".

"Esto no es un conflicto de los trabajadores de Povisa, es una lucha de toda la ciudadanía en contra de las políticas que permiten acabar con todo lo conquistado por la clase trabajadora", han señalado los portavoces de la plantilla, y han hecho un llamamiento a los ciudadanos pacientes de Povisa para que "exijan ser atendidos por el mismo personal que si fueran al Hospital Xeral o al Hospital Meixoeiro".

Mientras, los tres trabajadores en huelga de hambre mantienen su protesta en el hall del hospital, donde permanecen desde el martes y están siendo sometidos a controles periódicos para vigilar su salud.

Fuentes del hospital, por su parte, han confirmado a Europa Press que "no hay marcha atrás" en lo que respecta a los despidos, que enmarcan dentro de un plan de choque para recortar gastos, con la vista puesta en una previsión de pérdidas de 5 millones de euros para 2015.