El Consorcio de la Zona Franca logra autorización de la Gerencia de Urbanismo para derribar tres viviendas unifamiliares que ocupan parte de los terrenos hacia donde está previsto ampliar el Parque Tecnológico y Logístico de Valladares (PTL). El recinto crecerá en 255.000 metros cuadrados hacia un ámbito en el que se identificaron un total de 370 fincas sin urbanizar, 19 chalés ocupados y tres negocios particulares. El organismo estatal llegó a acuerdos con los dueños para comprar en avenencia doce de esas viviendas y dos de las empresas y a medida que las adquiere tramita los sucesivos permisos de demolición para ir despejando el terreno.
Hasta el momento se tramitaron diez autorizaciones de derrivo ante el Concello de las que concedieron cuatro y a las que hay que sumar las tres que la Gerencia de Urbanismo resolverá el viernes. Quedan otros tres casos pendientes de un informe preceptivo de Augas de Galicia.
Las negociaciones del Consorcio con los propietarios arrancaron en 2011 pero aún después de acordar un precio de venta se permitió a los afectados ocuparlas en precario durante un tiempo mientras se construían otra casa o buscaban donde realojarse.
Las tres viviendas para cuyas obras de derribo se concede ahora licencia son una construcción de planta baja, primera y bajo cubierta de 530 m2 más superficies anexas en el Camiño da Venda, una segunda con un millar de metros construidos en Barxa de Abaixo, y una última edificación de algo más de 300 m2 en la carretera de Foxo.
El expediente de expropiación de los otros 370 solares que integran el ámbito de ampliación del PTL aún no arrancó. Está pendiente de que el gobierno local apruebe una modificación puntual del PXOM para cambiar el trazado de la carretera da Venda, que divide el parque en dos mitades, con el fin de dar continuidad al suelo empresarial y facilitar la creación de una parcela única y uniforme más sencilla de comercializar.
Este trámite forma parte del acuerdo de cooperación que ambas instituciones sellaron el pasado verano, que incorpora la instalación de un vivero de empresas y de coworking en el Auditorio y abrió la vía para negociar una posible venta del Rectorado de Areal.
