El Concello volverá a dirigirse al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para que, "de forma urgente", repare el callejón de más de cien metros por el que se accede al barrio a la calle Callao (Canadelo Bajo) desde Serafín Avendaño. Las denuncias de los vecinos y, particularmente la de Ramón Santamaría, un octogenario minusválido que apenas puede salir de su calle en su silla eléctrica por el penoso estado del vial, ha llevado al gobierno local a volver a reivindicar la reforma de este entorno. "Es de propiedad del Estado, el Concello no puede hacer nada. Lo que se ha hecho desde la Administración local es instarlos, de forma reiterada, a que lo arreglen. En los últimos tres años se le ha reclamado en varias ocasiones sin obtener respuesta", aseguran fuentes municipales. Este periódico intentó también, sin contestación, saber si el Adif prevé reparar este céntrico vial.

Fuentes municipales insisten en que el gobierno local no puede intervenir al no ser de su titularidad. Además, aseguran que el arreglo de esta calle y de su entorno fue ya prevista por el Concello. "Se da la circunstancia de que una de las condiciones de la licencia que se le dio a la Tesorería de la Seguridad Social para ejecutar la obra es el arreglo de esta calle", señalan. Precisamente, hace escasas semanas la diputada y teniente de alcalde de Vigo, Carmela Silva, reclamó al Gobierno "que cumpla con su obligación y comience las obras de derribo y construcción de la nueva sede de la Tesorería General de la Seguridad Social en el mes de abril, que es cuando finaliza la tercera póliza solicitada por el Gobierno", recuerdan desde el Concello.

La imposibilidad de que los servicios municipales puedan actuar en esta zona explica el caos circulatorio que se vive y que dificulta el paso de los vecinos de la zona de Callao, Eira y Canadelo Bajo a sus viviendas. De hecho, han denunciado que ni siquiera la grúa municipal actúa cuando la calle está bloqueada porque -aseguran- les dicen que no es de titularidad municipal. Los taxistas también se niegan a entrar debido al penoso estado del camino, lleno de enormes baches. La semana pasada una ambulancia tuvo que acudir a una vivienda de Callao y no puedo llegar, con lo que los sanitarios tuvieron que llevar a hombros al paciente durante más de cien metros.

Uno de los casos más graves es el denunciado por Ramón Santamaría, un hombre de 83 años al que una enfermedad degenerativa le está dejando sin movilidad en sus piernas. Utiliza una scooter eléctrica para discapacitados, pero no puede entrar y salir de su barrio con ella por el penoso estado del vial, tanto del camino como de la acera, llena de obstáculos, maleza y estrecha. El bloqueo de la calle también se produce por las decenas de coches que estacionan a diario sin control para evitar el pago de la zona azul.