Muy poco después de tomar el relevo a Marta Fernández Currás, en enero de 2012, la hasta ahora conselleira de Facenda se enfrentó a una de las siempre delicadas cumbres del ministro Montoro en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. El primero de muchísimos desencuentros con el Gobierno central para que Galicia mantuviera su autonomía financiera. Una obsesión de Elena Muñoz (Madrid, 1971). "Siempre es más fácil defenderte cuando enfrente está otro color político", recuerdan en su equipo. Así que una de las asignaturas que se da por aprobada es "la defensa de lo que más le interesaba a Galicia" y el cumplimiento del déficit en todos sus ejercicios de gestión.

Tras licenciarse en Ciencias Económicas por la Universidad de Vigo en la especialidad de Economía Pública, Muñoz ingresó en la Escala Superior de Finanzas de la Xunta en 1999. Fue jefa de servicio de Fiscalización y Contabilidad, de control financiero en operaciones corrientes, subdirectora general e interventora general. Su currículum lo dice todo. El malabarismo de los números y la ingeniería presupuestaria. "Puede estar a ocho cosas a la vez sin perderse ninguna", aseguran en su entorno, donde la califican de "gran trabajadora y trato exquisito".

Ese perfil eminentemente técnico dio un giro radical con su nombramiento como conselleira. "El Parlamento fue, sin duda, su escuela de madurez pública -aseguran-. Es un circo de leones, o aprendes o te comen".

Vive en Vigo, donde duerme todas las noches y estudian sus dos hijas. "Pocos vigueses conocen la AP-9 como ella". En una reciente entrevista con FARO fantaseaba con la posibilidad de poder descentralizar su consellería para trabajar "con vistas al mar". Cada vez que puede acude a ver el Celta, "y suele coincidir con una victoria. "Tendrá que ir más", ironiza un colaborador. La "lealtad" fue su arma para ganarse al resto del ejecutivo y evitar el papel de mala de la película de las cuentas de la crisis. Por voluntad propia acudió a visitar a los familiares de los fallecidos en el naufragio en Cíes del pasado año y cubrir la ausencia de la conselleira do Mar. "Nos sorprendió mucho", dicen en el Gobierno gallego.

El día de ayer fue "muy intenso". Está "tranquila". Para ella "es un reto aspirar a la mayor ciudad de Galicia, porque además es su ciudad".