La familia de José Enrique Casanova y Laura Velázquez -él, camionero de 45 años; ella, empleada de la limpieza de 43- afronta una situación límite. Hoy el banco subastará su apartamento al ser incapaces de hacer frente a la hipoteca que suscribieron en 2007. Desde ese momento perderán la propiedad de la vivienda. A su cargo tienen dos hijas menores, una joven de 10 años y otra de 17, que hace solo dos semanas dio a luz a un recién nacido. Todos viven juntos.

"Estamos muy angustiados. Somos una familia obrera y en su momento contratamos una hipoteca para comprar una casa. Entonces estábamos bien, pero después empezamos a tener problemas", relata Velázquez. Según apunta, la familia fue informando a su banco de las dificultades que iban encarando, como la pérdida de empleo de su marido, camionero. "Pedimos una condonación de cinco años, durante los que pagaríamos solo los intereses, pero nos respondieron que no", zanja Velázquez.

En la actualidad ella trabaja como empleada del hogar, con un sueldo de 450 euros mensuales, y su esposo -que ha vuelto a encontrar empleo- cobra 900 euros netos y sufre retrasos en el ingreso de su nómina. Sobre sus espaldas pesa una deuda de 160.000 euros. La familia ha vuelto a solicitar a la entidad financiera, Abanca, una solución; pero, -asegura Velázquez- la que plantea el banco subiría su deuda a 240.000 euros. "Si no podemos pagar la actual, ¿cómo vamos a afrontar esa?", lamenta Velázquez, quien se reconoce "muy angustiada" por la situación.

Velázquez insiste en que el valor actual de su piso supera al que tenía cuando lo adquirieron, en 2007. "Hemos ido haciendo reformas e invirtiendo en la vivienda" -insiste la mujer- "Ahora, si perdemos la casa, además de mantener todavía una deuda con el banco, tendríamos que pagar el alquiler de una nueva casa, además de afrontar los costes de comida... Y con nuestro sueldo". La familia tiene parientes que podrían acogerlos, pero -acota Velázquez, desde su apartamento, en Alonso Ojeda- solo de forma "temporal".

El caso de esta familia de Vigo lo hizo público ayer la Oficina de Intermediación Hipotecaria de Vigo (OIHV), un colectivo formado por cerca de veinte abogados que prestan información e intermedian con las entidades financieras -de forma gratuita- en casos similares al que atraviesa Velázquez. Su portavoz, Juan Blanco, insiste en que el problema de los desahucios no ha remitido y aún provoca dramas "a diario".

Sobre el caso de Velázquez, Blanco alerta de que -tras la subasta, prevista para hoy- la familia podría tener que dejar su vivienda en apenas un mes. "La situación es gravísima", enfatiza este letrado, quien recuerda que los desahucios los ordenan entidades financieras "rescatadas con dinero público" en su día. La OIHV exige la paralización de la subasta y que Abanca acepte la dación en pago y el alquiler social para la familia.