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La mitad del trayecto se duplica por la calzada orientada a la ría

El desdoblamiento del tramo del corredor entre Rande y Domaio incluye un túnel y otro viaducto

La Xunta recibe el proyecto constructivo del trecho, de 3,3 kilómetros, que también prevé un túnel paralelo al actual de 90 metros. La mitad del trayecto se duplica por la calzada orientada a la ría

El proyecto constructivo de uno de los tres tramos en los que se ha dividido el desdoblamiento del Corredor do Morrazo para convertirlo en autovía, concretamente el que afecta al recorrido entre la rotonda de Rande y el enlace de Domaio-San Lourenzo, está ya en manos de la Xunta, y el presupuesto de las obras se ha estimado en 18,3 millones de euros, cantidad a la que habrá que sumar el coste de las expropiaciones necesarias y los servicios afectados según apuntan fuentes de la Consellería de Infraestructuras. Este primer trecho tiene una longitud de 3,3 kilómetros y el ensanchamiento del vial incluye la construcción de un viaducto paralelo al de A Moura (450 metros) para incorporar una nueva calzada con dos carriles, así como otra boca en el túnel de 90 metros que minimiza la afección sobre los petroglifos de Vistalegre. El consello de la Xunta aprobará en las próximas semanas el decreto de utilidad pública y urgente ocupación de los terrenos de este trayecto, aseguran las citadas fuentes, y posteriormente la consellería licitará las obras de esta parte de la futura autovía.

La redacción del proyecto fue adjudicado en agosto de 2013 por 333.000 euros y posteriormente se contrataron los que definen las características constructivas de la autovía entre Domaio y el enlace de Meira por un lado, y desde ahí hasta la salida y acceso a Cangas, completando un total de 11,1 kilómetros. El proyecto desarrolla el trazado aprobado hace dos años y recoge ajustes de diseño en planta y en alzado para minimizar en lo posible los movimientos de tierras. Así, mientras que en el trecho entre Rande y Domaio se preveía duplicar la calzada en su totalidad por el margen del actual corredor hacia el interior, la nueva solución recoge la ampliación por el lado orientado hacia la ría aproximadamente en los primeros 1,6 kilómetros a partir de Rande, y por el otro margen desde ese punto hasta el enlace de Domaio.

La empresa contratada realizó más de un centenar de ensayos geotécnicos para conocer con detalle las características del terreno. Estas pruebas posibilitarán, además, ejecutar las obras aprovechando los materiales existentes para reducir el impacto.

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Los técnicos mantuvieron contacto con las administraciones y organismos con competencias en los servicios afectados y será necesario reponer dos líneas de tendido eléctrico. La Axencia Galega de Infraestructuras está revisando actualmente el proyecto constructivo. La Xunta mantiene que en 2015 arrancarán las obras.

Quedan por entregar los proyectos de las fases dos y tres hasta el enlace de Cangas. El desdoblamiento del corredor se ha presupuestado en 41 millones y las cuentas de la Xunta para 2015 solo incluyen algo más de dos. Pese a ello la consellería sostiene que es la cantidad adecuada para realizar los trabajos posibles durante los próximos doce meses, puesto que no daría tiempo a ejecutar más inversión. El grueso llegará a partir de 2016, con un calendario plurianual que se extiende hasta 2018.

Los datos de tráfico en el vial correspondientes a 2014 dejan patente el nuevo ciclo de crecimiento de la circulación en el corredor, lo que hace más perentoria su ampliación. El promedio diario de vehículos que lo cruzan es de 14.700, medio millar más que en 2012, y la cifra supera a la que registran las autovías de O Salnés y Barbanza, antiguos corredores convertidos en autovías hace años.

El tráfico hacia la AP-9 se segregará para ganar fluidez en la glorieta

  • El desdoblamiento del corredor se ha coordinado con la ampliación de Rande, cuyo inicio es inminente, y la Xunta mantuvo contactos con el Ministerio de Fomento para estudiar una solución a la conexión entre la futura autovía y la autopista. El proyecto prevé una modificación del diseño de la conexión que consiste en bifurcar dos carriles de la calzada en dirección al puente, segregando el tráfico procedente del corredor que tiene como destino la AP-9. De este modo los vehículos no tendrán necesidad de pasar por la glorieta, reduciéndose el tránsito en este punto. El cambio tiene especial incidencia en verano, cuando la parada de los coches en la rotonda provoca importantes atascos en horas punta.El nuevo carril segregado finaliza en el derecho de la actual calzada que une la glorieta con el vial de acceso a la autopista, de ahí que se recabase la autorización del ministerio para diseñar un nuevo acceso de mayor longitud para los vehículos que, procedentes de la rotonda, se incorporen al ramal con dirección a Pontevedra. Esta solución, que requiere del traslado de la cabina de expedición de tíquets, facilita el cambio de carril.La ampliación del puente ya ha sido adjudicada a Dragados y Puentes y Calzadas por 130 millones. Las obras se prolongarán por 23 meses, según figura en las condiciones de su oferta.La consellería, por otra parte, considera "fundamental", según indican sus portavoces, convertir el corredor en autovía para reducir sus problemas de capacidad. "Mejorará la seguridad viaria y la estructura territorial de las comunicaciones de la comarca", indican.

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