La investigación judicial para esclarecer las causas del grave accidente que sufrió el pasado septiembre un ciclista en los montes de Valladares -tras chocar contra una roca de grandes dimensiones que, al parecer, obstaculizaba el paso por un sendero- sigue abierta pero el Concello ya ha adoptado medidas para reforzar la seguridad en estas zonas y así contribuir a evitar en la medida de lo posible esa clase de sucesos. Con ese objetivo ha ordenado a la Policía Local que intensifique el control en los circuitos ubicados en los ámbitos forestales más concurridos por los practicantes del ciclocross, como lo era Diego, el vigués de 38 años víctima del siniestro ocurrido el pasado septiembre que le ha dejado importantes lesiones medulares.
Las patrullas del servicio rural de la Policía Local ya venían desarrollando una labor muy intensa en estos espacios, si bien dirigida, especialmente, a erradicar los vertidos e identificar a sus autores. Pero desde el accidente de Valladares, la Concejalía de Seguridad ha ordenado a esos mismos agentes que amplíen el foco de vigilancia en esos senderos que, sobre todo los fines de semana y cuando reina el buen tiempo, son transitados por cientos de personas, senderistas y ciclistas, en su mayoría. "Se trata de hacer más seguros los montes para que todo aquel que quiera disfrutarlo", aclaran fuentes policiales. En este sentido precisan que estos espacios forestales ya eran seguros antes del citado accidente, "simplemente lo que se hace ahora es intensificar el control en los espacios más concurridos", añaden.
Con este propósito, las patrullas acostumbran ahora a recorrer esos circuitos para comprobar que no hay ningún obstáculo entorpeciendo el paso o que suponga un peligro para los usuarios. Aunque en este sentido, las mismas fuentes aseguran que los comunidades de montes realizan una "gran labor" de limpieza y cuidado de los montes, por lo que hasta ahora, cuatro meses después del fatídico accidente, no han observado nada extraño o parecido a lo que se sospecha pudo haber provocado las lesiones a Diego.
Roberto Ballesteros, alcalde pedáneo de Bembrive y responsable de los montes que rodean esta parroquia, confirma la presencia de los agentes municipales. "No es que sea una vigilancia constante pero sí que se les ve más que antes". Y Ballesteros lo agradece por cuanto la masa forestal que tutela recibe la visita de cientos de personas los fines de semana. Pero al igual que confirman los propios agentes, el alcalde pedáneo no tiene constancia de "alteraciones" de esos senderos, al menos, ninguna que pudiera suponer un riesgo para los usuarios.
En Bembrive constatan que a consecuencia de ese dispositivo de la Policía han desaparecido los vertidos. "Hace meses que no notificamos ninguno a la Policía, y pensamos que ha influido esa mayor presencia policial". Luis Rodríguez, presidente de los comuneros de Cabral, también confirma ese refuerzo de las patrullas municipales. "Bienvenido sea, porque en Cabral llegamos a tener serios problemas con tanto Quad y tanto ciclista. Cuanto más control más seguro es el monte". Sin embargo, donde Diego sufrió el accidente, en los montes de Valladares, no observan ninguna diferencia en cuanto a la vigilancia policial. "Sería puntual, porque nosotros no notamos nada", dice la presidenta de la junta de montes. Rosa Isabel Figueroa, al igual que su homólogo en Saiáns. "Todo sigue igual", afirma Uxío González.
El presidente de la comunidad de Cabral: "Estoy convencido de que fue una fatalidad"
- La directiva de la comunidad de montes de Cabral, una de las más importantes de la ciudad por el número de hectáreas que gestiona, se resiste a ver alguna intencionalidad detrás del suceso que causó graves lesiones medulares a un ciclista en Valladares el pasado septiembre. Su presidente, Luis Rodríguez, realizó ayer una defensa a ultranza de los directivos comuneros de esta parroquia imputados por el juzgado que investiga el caso recalcando que "no entra en la cabeza de nadie que alguien pueda causar daño así de forma intencionada, a un deportista o a cualquier persona".Para Rodríguez, lo ocurrido solo puede ser atribuido a "una fatalidad. Porque a veces los accidentes pasan sin que nadie tenga interés en causarlo", interpreta. Al máximo responsable de los montes de Cabral, espacio también muy concurrido por ciclistas y practicantes de otros deportes al aire libre, le resulta "imposible imaginar" que alguien, sea comunero o un ciudadano cualquiera, "mueva una piedra con el único propósito de hacer daño a unos deportistas. Me cuesta creerlo".Manifestando de antemano su máximo respeto a la investigación judicial, Luis Rodríguez confía en que esta acabará concluyendo lo que "es de sentido común". "Esos accidentes pueden pasar tanto en una pista forestal como en una carretera autonómica o del Estado, por tanto, todos corremos el riesgo de que mañana pueda producirse uno y acabemos señalados como culpables". "Dios quiera que no, pero puede ocurrir", confesó el dirigente comunero.
