La construcción del centro comercial que completaría la urbanización de Pizarro, situada a dos pasos de la Plaza de España, coge nuevo aire tras los problemas económicos que abocaron el anterior proyecto al fracaso. El industrial Enrique Lloves Soler -cuyos hijos fundaron y están al frente de la pujante multinacional comercializadora de pescados y mariscos Mascato- ha retomado el plan tras comprar hace unos meses el solar, de 3.640 metros cuadrados, a Abanca. Para desarrollar el recinto comercial el empresario ha creado la firma Pizarro Gestión S.L., perteneciente a su vez a Gesfigasa S.L.,y entregó recientemente en el Concello el nuevo proyecto básico de la edificación, que tendría unos 8.000 m2 de superficie comercial, además de tres sótanos de parking y una zona verde sobre la cubierta.
Abanca se quedó con la parcela tras ejecutar su precursora Novagalicia la hipoteca por impago al anterior promotor, la firma Inmuebles, Viviendas y Obras de Galicia S.A. (Invoga). La finca había salido a subasta tasada en siete millones y la puja quedó desierta, con lo que pasó a manos del banco, que posteriormente la puso en venta. A principios de este año Lloves Soler adquirió la finca y constituyó Pizarro Gestión, especializada en promoción inmobiliaria. Fuentes de la empresa apuntan que el proyecto del centro comercial aún se encuentra en una fase primaria, aunque indican que ya está cerrada la implantación de un operador. En febrero impulsarán el proceso de comercialización de los demás espacios y darán impulso a la actuación. "Es una zona atractiva, céntrica, que va a contar con aparcamiento, tiendas y oficinas donde ahora solo hay un monte. Mejorará mucho el espacio", indican las susodichas fuentes.
La urbanización de Pizarro fue planificada ya hace casi 25 años pero su desarrollo ha sido muy complejo debido a cambios de propiedad y una larga tramitación. Aún hoy está incompleto el ámbito debido precisamente a la paralización del centro comercial, que incluso llegó a contar con licencia municipal. Hasta la fecha se han construido dos torres de viviendas y la zona verde situada en la parte alta de la finca. El terreno en el que se prevé el recinto pendiente es ahora un monte arbolado y cubierto de maleza. Las obras nunca llegaron a iniciarse y la anterior promotora solo llegó a instalar un cartel anunciando la próxima construcción del complejo.
La licencia municipal fue concedida en 2009 y el Concello la declaró caducada en noviembre de 2013 al haber transcurrido cuatro años sin que se ejecutasen obras. El proyecto autorizado incluía la construcción de dos bloques con una superficie total de 22.300 metros cuadrados, de los que más de un tercio se dedicarían a uso comercial y el resto a parking.
Además de dar servicio al recinto, el aparcamiento también reservaba 240 plazas de uso público para mejorar la oferta de estacionamiento en un entorno urbano muy poblado y necesitado de plazas.
El proyecto del centro comercial permitiría además incrementar la zona verde ya acondicionada en la parte superior, de manera que el parque actual se ampliaría hasta alcanzar los 14.000 metros cuadrados con la nueva superficie pública de la cubierta. El desnivel de la parcela y la falta de acondicionamiento del terreno es uno de los factores que ahora dificultan la accesibilidad desde la calle Pizarro hasta la cima. Esta situación quedaría resuelta con la edificación, ya que el plan urbanístico contempla una conexión mediante escaleras laterales y un ascensor central.
