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El policía herido disparó al atracador desde metro y medio

Allo dice que salió de un portal al paso del asaltante porque temió que les acribillase a él y a Vanessa

El policía Vicente Allo.

Vicente Allo, el subinspector de la Policía Nacional herido en el trágico atraco ocurrido hace tres semanas en una sucursal bancaria de la calle Doctor Carracido, ya prestó declaración ante el juez. En calidad de testigo, este ex-Geo compareció en el Juzgado de Instrucción 2 de Vigo, donde relató lo que recuerda del tiroteo en el que él acabó con cinco impactos de bala, la agente Vanessa Lage falleció y el asaltante Enrique Lago Fariñas, El escayolista, cayó abatido. Y uno de los datos que proporcionó es que, después de que el atracador comenzase a disparar mientras se dirigía hacia la entrada del portal donde él y Vanessa se refugiaban, y ante el peligro de que los acribillase en aquel hueco sin escapatoria, no tuvo otra opción que salir a la acera y dispararle: recuerda que efectuó unos seis tiros cuando estaba a una distancia aproximada de metro y medio del asaltante y calcula que este a su vez habría efectuado una docena de disparos antes de desplomarse.

Aunque la instrucción del atraco está abocada al archivo por extinción de la responsabilidad penal, dado que El escayolista falleció y actuó sin cómplices, el juzgado, como es preceptivo, cumplimentará todos los trámites de esta investigación antes de dictar ese previsible sobreseimiento. A la espera de recibir informes como el de balística o el definitivo de la autopsia, el magistrado interroga también a testigos. De ahí que este mismo miércoles citase a declarar a Allo, quien continúa en la senda positiva en su recuperación física de los impactos de bala recibidos en el tiroteo del pasado 28 de noviembre.

Según pudo saber este periódico, el subinspector contó que aquel día él y su compañera Vanessa, pertenecientes a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), acudieron como apoyo tras recibirse el aviso del asalto. Cuando llegaron a Doctor Carracido ya había una dotación con otros dos agentes. En aquel momento, según su relato, nada les hacía presagiar que aquella era una intervención de especial riesgo ni la tragedia que se iba a desencadenar, señalando que no llegaron a intercambiar nada con la patrulla que estaba allí. Adoptaron las precauciones habituales, concretando al respecto que decidieron dejar el coche a unos 20 o 30 metros del banco y que él y su compañera tomaron la determinación de ampararse en el portal de un edificio próximo a la entidad.

Con la percepción de que apenas habían transcurrido unos diez segundos -habría afirmado el agente en el juzgado-, desde ese refugio vio salir a alguien de la sucursal. Era Enrique Lago, que abandonaba el banco parapetado tras la subdirectora de la oficina -a la que había tomado como rehén-, al tiempo que apuntaba con su pistola. Lo que rememora Vicente Allo, según su declaración judicial, es que, además de escuchar cómo disparaba, vio que el atracador giraba a la izquierda y bajaba por la acera donde él y Vanessa estaban en el portal. Y con la clara percepción de que si los cogía en esa entrada el riesgo era muy alto, tomó la decisión de salir a la acera para defender y enfrentarse al asaltante.

En el interrogatorio el subinspector transmitió que en esos tensos momentos no es consciente de si Vanessa o los agentes de la otra patrulla llegaron a usar sus armas. Sobre el atracador, dijo que cree que pudo haber disparado unas doce veces, mientras que en su caso señaló que habría efectuado unos seis tiros cuando estaba a una distancia de aproximadamente metro y medio de él. En ningún momento precisó que se pusiese de cuclillas y de lado, como declaró un portavoz policial. Lo que sí aclaró el agente es que él no usó su arma reglamentaria hasta que la rehén logró zafarse de Lago cuando éste hizo un gesto como de "agacharse".

Sensación

Allo testificó que vio desplomarse al atracador y que tuvo la sensación de que podría haber sido él quien lo abatió -otra testigo apunta que habría sido otro de los agentes-. El subinspector, prosiguió, fue consciente de que se entontraba herido, pero no llegó a caer. Contó que vio a Vanessa en el suelo muy herida y que pudo alertar por su equipo a la central para pedir ayuda. También recuerda que la primera persona que lo auxilió fue un policía de la otra dotación. Lo que nadie le habría preguntado en el interrogatorio -no es objeto de esta instrucción judicial- es si llevaba o no chaleco antibalas, cuestión que la Delegación de Gobierno aún no aclaró.

Al margen de esta investigación, el SUP denunció ante la Fiscalía que el día del atraco había en la comisaría viguesa casi una decena de chalecos femeninos sin repartir. Todo apunta a que el Ministerio Público indagará sobre esta cuestión.

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