Superaron Secundaria con una media que ronda el 9,5 y acaban de recibir el reconocimiento a su esfuerzo y dedicación. Cinco alumnos vigueses se han colocado entre los veinte con mejor rendimiento académico de Galicia. Son Cristina García Quiñones, Boris Carballa Corredoira, Iago Alcántara Álvarez, Lucía Jiménez del Campo y Gabriela del Carmen Sieira Bravo. Todos con inquietudes fuera del instituto, que no les impiden lograr un expediente que acaricia el diez. Pocos han hecho planes para los 750 euros de beca con los que está dotado este galardón, que concede la Consellería de Educación y Cultura. Para ellos es "un reconocimiento" que les "motiva a seguir estudiando".
Los cinco, que ahora cursan primero de Bachillerato, se han decantado por las Ciencias. Boris Carballa escogió la rama tecnológica porque contiene dibujo técnico y matemáticas, que le apasionan. El año pasado logró una mención de honor en la fase gallega de las Olimpiadas de Matemáticas. Este curso, su aspiración es "pasar al de España". "Debe ser una gran experiencia", supone. Aún no sabe si su futuro está en esta especialidad o en Informática. ¿Cómo se consiguen unas notas tan altas? "Estudiando especialmente las materias que no se te dan bien, pero tampoco muchas horas, me da tiempo a ir a la academia a aprender inglés y francés", responde y reconoce que cierta facilidad sí que tiene para el estudio. Boris agradece a su antiguo centro, el CPR Don Bosco, la preparación que ha recibido para lograr este premio. "Es una alegría simplemente por el hecho de haberlo conseguido", asegura.
Fue el director del centro al que se ha cambiado para cursar Bachillerato, el Alexandre Bóveda, el que le dio la noticia durante la hora de dibujo. No solo a él. Otros dos compañeros también han sido premiados. Iago Alcántara explica que estudia dos horas al día y admite que "esfuerzo siempre hay que poner" para alcanzar esas notas, pero destaca que los estudios no le parecen "tan importantes". Dedica ocho horas semanales a entrenar a baloncesto y también adiestra "a los pequeños". La prueba que tuvieron que enfrentarse el 15 de octubre para lograr el galardón no le pareció "demasiado difícil". Los exámenes que más le costaron fueron los de Historia y Biología, a pesar de que son de sus materias favoritas, junto a Educación Física.
Para Cristina García Quiñones, también del Alexandre Bóveda, el reconocimiento fue una sorpresa y una gran alegría, porque en el listado provisional no figuraba. "Reclamé algunos exámenes y me dieron la razón", relata. Cristina cuenta que su secreto está en organizarse y "currarse las cosas". Su asignatura predilecta, por "entretenida" e "intuitiva", es el dibujo técnico. No descuida sus aficiones: el taekwondo y la música. Es vocalista en un grupo de rock-metal que acaban de poner en marcha. Pero no ve su futuro en la canción, sino en "algo relacionado con las ciencias tecnológicas o la ingeniería".
Del colegio Los Sauces son las otras dos galardonadas. A Gabriela del Carmen Sieira, futura cirujana cardiotorácica a la que le encanta leer, dibujar y tocar la guitarra, la responsabilidad en los estudios se la infundió su madre: "Decía que, si estudiaba, los beneficios eran para mí y, si no lo hacía, el perjuicio también". "Si puedes optar a estas notas, ¿por qué no lo vas a hacer?", plantea. Ella las ha conseguido haciendo los deberes a diario y estudiando los exámenes "el día antes". También Lucía Jiménez del Campo suele dejarlo para la jornada anterior. Pero eso solo no vale. "Hay que atender en clase y hacer el trabajo diario". "Como a todos los adolescentes", lo que le gusta es salir con sus amigos al cine o de paseo y, ya a solas, invierte su tiempo libre en leer y en el gimnasio. El camino que escogerá en un futuro aún es una incógnita para ella, pero seguro que este expediente de 9,7 en Secundaria podrá hacer lo que quiera.
