Emoción y solidaridad se dieron cita ayer por la tarde desafiando a los fuertes chaparrones intermitentes en Vigo. Unas doscientas personas, ataviadas la mayoría de ciclista o con una camiseta verde con el lema "Diego somos todos", se dieron cita al pie del museo Marco para apoyar a Diego González, el ciclista vigués de 38 años que sufrió el desgraciado accidente del 4 de septiembre en el Monte Alba y que, como él mismo confesó hace unos días en facebook, le ha producido lesiones medulares irreversibles, dejándole sin sensibilidad de los hombros hacia abajo.

Convocados por la plataforma "Diego somos todos", la rúa do Príncipe se fue llenando poco a poco desde las 17.00 horas por amigos, conocidos de Diego o aficionados a la bicicleta de montaña que querían demostrar que el afectado no está solo en esta lucha y para reclamar, sobre todo, "justicia" y soluciones para evitar más incidentes de este tipo en futuras ocasiones. Presuntamente, una piedra colocada "con malicia" -según las pesquisas policiales- fue la causa del desgraciado accidente.

Enrique Bao, uno de los fundadores y miembros de la plataforma, fue el encargado de leer un manifiesto para poner punto y final al acto de apoyo al ciclista herido. En él, Bao destacó que el objetivo prioritario del grupo es el "bienestar" de Diego -hay un número de cuenta para todo el que quiera realizar aportaciones-, ayudarle en todo lo que sea posible pero también sacó a la palestra una demanda mayoritaria de toda la sociedad ante este caso.

"Una palabra que todos tenemos en mente, justicia, ante todo queremos que se haga justicia, que los responsables de que Diego se siente en silla de ruedas paguen tan cruel acto, no pararemos ni permitiremos que esto se quede en el olvido", rezaba el manifiesto, que también apela a la "sensibilidad" de los políticos para que "tomen cartas" en el asunto y regulen medidas para hacer el monte accesible a todos.

Ése era el sentir de todas las personas que acudieron al Marco para apoyar a Diego. "No más trampas en el monte", era el lema de una pancarta colocada para la ocasión. Aficionados a la bicicleta de montaña como Diego corroboraban esto. "Esto que está pasando no es aislado, debería erradicarse, de aquí en adelante espero que las cosas se hagan de otra manera", comentaba Inma López; "no haces daño a nadie, entendemos que es un deporte de riesgo pero no esperas encontrarte cosas a propósito para que tengas una lesión", explica Adrián Fernández.

Muchos bikers reconocen también sentir "miedo" en sus salidas al monte para practicar su hobby, algo que para ellos no debería ser así.

"Con respeto se puede hacer todo, deberían estar encima de la gente que les dejas el monte y creen que es de ellos, hay que dejar bien claro que el monte es de todos", denuncia David.

Un grito unánime del colectivo ciclista que no será el último, ya que las plataformas de apoyo a Diego González ya han anunciado que continuarán los actos de protesta para seguir peleando por depurar las responsabilidades y hacer justicia.

El grito unánime, acompañado de un aplauso atronador de más de un minuto de los dos centenares de personas a la conclusión de la lectura del manifiesto era claro y rotundo: "Diego somos todos".