Un hombre se ha encadenado hoy en el acceso a los juzgados de Vigo para reclamar la custodia de sus cinco hijos, cuyas edades oscilan entre los 8 y los 13 años, y que permanecen ingresados en un centro religioso donde, según denuncia, son víctimas de presuntos malos tratos.

Pablo Enrique G.G. ha explicado a Efe que hace un año y dos meses su exmujer ingresó en la cárcel tras incumplir una orden de alejamiento y ella denunció que la maltrataba y también a sus hijos, y que la Xunta resolvió que quedaran bajo su tutela e ingresaran en el Hogar San José.

Sus hijos dicen que les pegan en el centro y un psicólogo que ha elaborado un informe pericial da credibilidad a su relato, pero ni la Fiscalía de Menores ni la Xunta, a las que ha denunciado los hechos, han tomado cartas en el asunto, se queja Pablo Enrique G.G.

Mientras aguarda a que un juzgado de Pontevedra resuelva su petición de custodia de los niños, ha decidido encadenarse hoy en Vigo para llamar la atención sobre "el abuso de poder" en que incurre la Xunta al atender al relato de su exmujer, condenada varias veces por denuncias falsas y por maltrato a uno de sus hijos.

Niega, además, la situación de desamparo que, según él, alegó la Xunta para negarle la custodia, ya que tiene trabajo en el sector de la hostelería y una vivienda en propiedad.

Como ejemplo de que sus hijos, cuatro niños y una niña, quieren estar con él, señala que los de más edad suelen escaparse del centro donde están internados y bien se presentan en el establecimiento donde trabaja o en su casa.