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Extorsionó al menos a 13 menores

El ciberacosador de niñas de Vigo las engañaba con su trato educado y afable

Sorpresa en su círculo de amigos y de trabajo, mientras la familia guarda silencio

La detención de N. B., es la noticia del día aunque lleva ya dos meses ingresado en el centro penitenciario pontevedrés de A Lama. Ni conocidos ni compañeros, y mucho menos los padres de las niñas que entrenaba este antiguo jugador de baloncesto, sabían de su encarcelamiento hasta que la Fiscalía y la Guardia Civil de Granada convocaron a todos los medios de comunicación para informar a nivel nacional de su arresto por corrupción de menores y ciberacoso a través de la red.

La situación les pilló por sorpresa y causa estupor. Todo son buenas palabras hacia él, nadie sospechaba de una cara oculta. ¿Pero quién es realmente? Su familia prefiere guardar silencio. Con cortesía se limita a responder que "hablará el abogado" .

"Es educadísimo y afable, nada violento. Le conocí en el gimnasio, él llevaba una camiseta del Boca Juniors y como soy argentino entablamos conversación. Hemos coincidido algunas veces con su pareja. Me enteré por Facebook y es increíble. Nunca vi que se le fueran los ojos tras una adolescente, ni siquiera hacía comentarios", explica un compañero de gimnasio.

Tampoco en el colegio Apóstol Santiago, donde hasta el pasado mes de mayo entrenaba a un equipo femenino de baloncesto, se recibió queja alguna ni su conducta presentó irregularidades. "Pensar que lo teníamos tan cerca y no sabíamos nada..." , exponen miembros de la comunidad educativa.

Sociable, servicial... son otras de las cualidades que resaltan del monitor, de 38 años de edad y padre de tres hijos. La noticia circula con fuerza en las redes sociales y su página de Facebook tiene numerosas entradas. Cuenta con más de 340 amigos a ambos lados del Atlántico, la mayoría de Vigo y de la Universidad, aunque también está relacionado en la red con pubs y locales de ocio. Su datos en el perfil abierto al público delatan su afición por el deporte. Es seguidor del Boca Juniors argentino, pero también de la Selección Uruguaya de Baloncesto, país en el que nació su padre. En música apuesta por Tincho Fernán, un músico uruguayo afincado en Vigo y en la tele disfruta con "La que se avecina".

En las redes sociales es donde mejor se sigue su pista para conocer aficiones y amistades. Unas redes que domina y a través de las que supuestamente contactó con las niñas, haciéndose pasar por una menor, a las que habría coaccionado para obtener fotos subidas de tono y pornográficas. Una de las afectadas aseguró a la Guardia Civil que le pagó 180 euros, otras que les ofrecía regalos. En cuanto le enviaban la primera imagen íntima, aunque fuera en bikini, las afectadas aseguran que tenían que seguir enviando más pues las amenazaba con colgar las que ya tenía en sus colegios e institutos.

También la red fue su perdición. Los expertos telemáticos de la Guardia Civil siguieron su rastro hasta Vigo desde Granada, donde una madre descubrió un whatsapp pornográfico enviado al teléfono de su hija. Nadie sospechaba de N. B., pero en su casa los agentes encontraron el reloj que el acosador utilizaba en imágenes pornográficas que enviaba a las niñas y 700 archivos que corresponden a 142 menores. A las 13 víctimas identificadas hasta ahora, pueden sumarse más.

Sin acceso a la investigación por el secreto de sumario

  • El secreto de sumario que protegía hasta el viernes las diligencias de la denominada Operación Castaja en el Juzgado de Instrucción 1 de la localidad granadina de Santa Fe, ha impedido hasta ahora a N. B. y a su defensa el acceso a la investigación desarrollada por la Guardia Civil. El monitor deportivo fue detenido e ingresó en la prisión de A Lama tras ser puesto a disposición judicial en Vigo hace ya dos meses. En principio no ha trascendido si declaró o bien se acogió a su derecho a no hacerlo, pero lo que si está claro es que las explicaciones que pudo ofrecer no convencieron a la juez, que decretó su ingreso en prisión provisional. Bernardelli se enfrenta, según el fiscal del caso, a penas de hasta 100 años de cárcel. Está acusado de 13 delitos contra la corrupción de menores y ciberacoso mediante el método "grooming", pero el número de víctimas puede crecer.

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