Los vigueses pasarán en apenas cuatro días del chapuzón por inundación, al auténtico chapuzón por calor en la playa. Y es que en ese corto periodo de tiempo Vigo ha pasado de sufrir graves inundaciones tras una de las jornadas más lluviosas desde que hay registros -casi 100 litros por metro cuadrado- a disfrutar de un clima veraniego. Prendas de abrigo y paraguas tan necesarios a principios de la semana pasada quedaron ayer completamente desfasados. Los 27,5 grados de temperatura máxima que registró Meteogalicia en la estación de la avenida de Madrid fuero la excusa perfecta para volver a sacar la toalla, el bañador y lanzarse al agua.

Samil en particular, y la zona costera en general, estuvieron ayer plagadas de personas que salieron a disfrutar de la jornada veraniega tras las espectaculares precipitaciones del miércoles pasado. Pero este calor no será puntual como las inundaciones, sino que ha llegado para quedarse al menos varios días.

Según las previsiones de Meteogalicia, Vigo registrará temperaturas máximas de más de 25 grados al menos hasta el miércoles. Mañana, con 28, será la jornada más calurosa. Un "potente anticiclón" situado al norte de la Península Ibérica aportará estabilidad durante toda la semana en la que predominarán los cielos despejados. Las mínimas no bajarán de los 15 grados, y las máximas se prevén que estén por encima de los 20.