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Blanca González: "Tienes que aprender por ti misma, es una dolencia desconocida"

Blanca González, en su casa de Coruxo. // R. Grobas

Blanca González pone una fecha aproximada a los primeros síntomas de su Sensibilidad Química Múltiple (SQM), enfermedad que tiene diagnosticada desde 2011: entre 1995 y 1996, "cuando empecé a limpiar en un hospital", apunta. "Al principio notaba que la garganta me dolía mucho, después la nariz, se me irritaban los ojos? Ha ido a más y ahora incluso el gas del calentador me marea y cada vez que mi hija usa productos para el pelo me pongo muy mal", relata esta vecina de Coruxo. Desde el año pasado recurre a una mascarilla para salir de casa.

La escasez de certezas sobre la SQM es otro de los problemas con los que lidia Blanca a diario. "Tienes que aprender por ti misma porque nadie te explica cómo actuar. Lo noto en la comida, por ejemplo. Nadie te aclara qué puedes comer. Es una enfermedad muy desconocida". Para preparar su menú diario, Blanca evita el pan con levadura, solo cocina "alimentos naturales", lee detenidamente las etiquetas de las cajas antes de abrirlas? Todo para evitar -asegura- las reacciones de la SQM.

"Mi médica de cabecera me decía al principio que era algo psicológico", recuerda Blanca, quien también lamenta que "la gente no lo suele entender". La incomprensión hacia la enfermedad es queja recurrente entre las pacientes de Vigo. En algún momento previo al diagnóstico de SQM, a todas se les ha insinuado que los síntomas tenían un origen psicológico. Además de Sensibilidad Química Múltiple, Blanca padece otras dolencias y asegura mostrar una sensibilidad especial a la luz.

Los enfermos de SQM confían en que la incorporación de la dolencia en la Clasificación Internacional de Enfermedades, en España, permita avanzar en su investigación, tratamiento y -sobre todo- abra el camino para salir del "limbo" sanitario y legal en el que se encuentra inmerso. "Es un granito de arena; pero tenemos que seguir luchando", apunta Angélica Gato.

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