La Policía Local de Vigo detuvo la pasada madrugada a un conductor que presentaba síntomas de embriaguez y que se negaba a hacer la prueba de alcoholemia tras localizarlo al volante en la calle García Barbón minutos después de encontrarlo encerrado en su coche, aparcado en la misma calle.

La historia de la detención de C.A. V.S. D.S., de 53 años y origen portugués, da comienzo pocos minutos antes de la medianoche del pasado domingo. Fue entonces cuando una patrulla de la Policía de Vigo se personaba en la calle García Barbón para cumplir con una llamada previa en la que se alertaba de que el ahora detenido estaba encerrado en el interior de su coche.

Una vez en la zona y comprobado que el individuo se encontraba en su interior, el dueño de un pub cercano se acercaba a los agentes para comunicarle que había sido él, que conocía al hombre, el que lo había encerrado y quitado las llaves para evitar que condujese. Según lo relatado a los agentes, el detenido habría abandonado el local con claros síntomas de embriaguez con ánimos de ponerse al mando del coche para abandonar la zona.

Entregadas las llaves a la policía y aclarado los motivos que habrían dado lugar a la llamada inicial, se abrió el coche y fue entonces cuando comprobaron el estado físico del individuo. Fue entonces cuando los agentes le advirtieron de las consecuencias si consumaba sus intenciones de coger el coche. El hombre, ebrio, prometió que no se cruzarían con él conduciendo por la ciudad.

Poco tardarían en encontrarlo. Después de dar una vuelta a la manzana para comprobar que sus advertencias habían surtido efecto, se encontraron con una postal diferente. El conductor había iniciado la marcha y desoído sus consejos con lo que procedieron a darle el alto, intentar hacerle la prueba de alcoholemia y, al negarse, detenerlo.