Fiel a las lecciones de Filosofía que enseñó durante casi cuatro décadas en institutos de Galicia, el maestro Jorge Álvarez se despidió la pasada semana de sus alumnos con una reflexión que atiza conciencias y frunce ceños: "El pensamiento se destierra de la enseñanza". La carta en la que vuelca sus ideas tras prejubilarse, Adiós, alumnos, adiós, se publicó el miércoles 17 en FARO y desde entonces ha recorrido Internet con la voracidad de la pólvora. En apenas cinco días 16.000 personas leyeron el artículo en la web del "decano" y ayer el número de "likes" en Facebook rondaba ya los 5.700. Tras la mesa de su escritorio, flanqueado por su nutrida biblioteca, Álvarez reconoce su asombro por tamaño eco.

-¿Qué le decidió a escribir la reflexión Adiós, alumnos, adiós

-La escribí con motivo de mi jubilación anticipada. Quería dejar reflejada mi experiencia, pero reconozco que me ha sorprendido su recorrido. Cuando tocas un problema sobre el que hay un malestar, te das cuenta de la cantidad de gente que quería que se abordara el tema.

-El escenario que dibuja es desolador: una educación que, en vez de estimular, casi adocena al alumno.

-Lo enfoco por la Filosofía porque, desde hace años, se tiende a desterrarla como una materia inútil en la educación. La Filosofía ya no juega un papel ideológico y legitimador, sino que introduce crítica, estimula, ayuda a tomar conciencia del medio y de lo que cada uno hace... Empezó a verse como lujosa, polémica. Y al final las dos grandes fuerzas que han regido la educación -la conservadora y la más centrada o modernista- llegan, por diferentes razones, a la misma conclusión: la Filosofía no sirve.

-En un intento por adaptarse a las exigencias del mercado, ¿cree que la educación se ha enfocado en exceso hacia lo utilitario y práctico?

-Eso es lo que se intenta y las sucesivas leyes han seguido esa dirección. En cierto modo la crisis actual se ha utilizado como una coartada para intensificar una adaptación estrecha que -de una forma más paulatina- ya venía haciéndose con anterioridad. En determinados campos hay que tener una relación entre la empresa y la universidad; pero este encaje tan planificado y diseñado de la enseñanza para el futuro profesional -entendido de una forma muy estrecha- se ha intensificado.

-¿Y cuál es la consecuencia?

-Son dos. Por una parte no se trata de formar al futuro empleado, sino a la persona en su totalidad. Hay mucha gente que en su vida no va a tener la oportunidad de volver sobre los grandes artistas, escritores, las bases de la Química, la Física? porque se camina hacia un mundo muy especializado. En este aspecto tendemos a tener personas con menos resortes autónomos, capacidades de leer el mundo e interpretarlo; esa es para mí la consecuencia más grave. Por otra parte, -desde el punto de vista de la adecuación a lo que se entiende como futuro profesional-, hay que entender que el trabajo de hoy no es el de mañana, con lo que aplicar criterios tan cortoplacistas tendrá una repercusión negativa.

-¿Le preocupa que caminemos hacia una sociedad carente de criterio?

-Claramente eso está ocurriendo. Partiendo de que no es posible un control absoluto del individuo, hacia lo que sí se tiende es un individuo utilitario, sin capacidad crítica, dócil, adaptable a lo que se le demanda en cada momento... Un hombre unidimensional, una idea que es ya muy vieja.

-Y con la ayuda además de la educación, que debería actuar como el antídoto para prevenirlo...

-Es que ahí está el gran problema: la educación no es solo lo más importante para un país; es además el mecanismo fundamental para combatir la desigualdad... El que puede generar igualdad y cierta nivelación en las oportunidades; si se debilita, se acentúa la desigualdad.. En medio de la crisis, España ha pasado a ser el país europeo con mayor desigualdad. La educación es uno de los grandes mecanismos que puede combatirlo. Está en juego, a mi modo de ver, uno de los medios más maravillosos que tiene una sociedad.

-¿Se aprecian las consecuencias de los recortes en las aulas?

-Sí. A veces, como al final los padres ven que su hijo sigue acudiendo a la escuela, instituto? igual que antes, no se dan cuenta de que lo que le están dando empieza a ser otra cosa. ¿Y en qué se ha traducido? En aulas con un número mayor de gente, por ejemplo. Se ha suprimido la diversificación, que es la atención a alumnos con más problemas. Todo esto se ha barrido. En esta situación el profesor se ve en peores condiciones, con una carga mayor, con dificultades para atender al alumno.

-¿Cómo mejorar la educación?

-Estamos ante una contradicción. Wert nos hablaba de que le preocupaba la calidad de la enseñanza porque se supone que nuestros resultados no son buenos comparativamente... Pero hablamos de calidad de la enseñanza y lo único que vemos son recortes. Eso redunda en un empobrecimiento de la enseñanza que se ofrece. La crisis es una situación real; pero se ha convertido en una gran coartada porque estas medidas restrictivas en realidad se están adoptando para quedarse... Claramente se van encajando en esta dirección. La crisis es una coartada para empobrecer. Y claramente ha afectado más a la educación pública. Todas estas medidas repercuten en la pública, no así en la privada, que no ha tenido que prescindir de cerca de 20.000 profesores.

-Hace un par de semanas la universidad alertaba de las dificultades para retener talento; ¿qué está en juego al hablar de "fuga de cerebros"?

-Es un problema capital. Ha habido casos conocidos en la prensa por ser premios de investigación internacional. La situación no puede ser más preocupante en este aspecto. No se trata de que ahora pasemos un bache, que se podría asumir; sino que el hecho de recortar y limitar en este campo supone no recuperarlo en mucho tiempo. Esto es una carrera en la que los demás también corren. Y pueden que en ese momento hayan invertido más, o no detraído en la enseñanza. Si no estás a su nivel luego la diferencia va a ser mucho mayor. Ahí está la gravedad del problema. Quien se pare no va a poder recuperarse tan fácilmente, que es lo que se nos dice. Cuando se hace en determinados sectores competitivos, cualquier estancamiento es una pérdida exponencial.

-En su carta se queja de la sucesión de diferentes leyes de Educación de los últimos años.

-Si no fuera grave, parecería de broma. Este mismo verano distintas comunidades aún estaban estableciendo el currículum de materias que se van a dar ahora. ¿Cómo pueden las editoriales, profesores? Estar preparadas para asumir esto? Es una falta de respeto a algo tan delicado como la enseñanza y las leyes se han ido sucediendo como si cada partido tuviera su proyecto y quisiera imponerlo. Esta no sé si es la séptima? salimos a una ley cada cinco años, es una barbaridad. Sobre todo porque no puedes saber los resultados de una nueva ley con un plazo tan corto; es que al final no sabes siquiera en qué fallaba.

-¿Se está empleando la educación como arma ideológica?

-En parte sí. No hay ninguna medida realmente eficaz si no hay consenso sobre ella porque va a entrar a contracorriente? Habría que partir de esa premisa. Pero yo creo que muchos partidos obedecen a ciertos poderes fácticos que están por detrás, que exigen y demandan esto. Fíjese el corte claramente clerical que tiene todo un espectro de la actual ley.

-Los informes de la OCDE revelan que la cuarta parte de los jóvenes, de entre 15 y 29 años, ni estudian ni trabajan... Son "ni-nis". ¿Qué lectura hace de esa realidad?

-La educación no es una isla en medio de la sociedad. Nosotros tenemos la estructura y red económica que tenemos? Hay unas interrelaciones entre el mundo económico y el de la enseñanza muy importantes. Está en paro más de la mitad de la población juvenil española en edad de trabajar, y eso es una bomba social gigantesca y una hipoteca tremenda para el país. En esa situación están los "ni-nis", expulsados de un sistema educativo poco eficiente pero no incorporados a un sistema de mercado más deficiente todavía.

-Esos mismos estudios sitúan muy mal la educación en España.

-Los últimos informes PISA no arrojan resultados tan malos para España, y esto lo digo desde una perspectiva crítica. Se ve que se ha avanzado en ciertos aspectos. La cosa no es blanca o negra.