"Os queremos dar una acogida muy calurosa", así comenzaba su intervención Eva Garea, técnica de relaciones institucionales de la Oficina de Relaciones Internacionales (ORI) de la Universidad de Vigo, durante el acto de bienvenida -traducido a varios idiomas- a los 280 alumnos extranjeros que estudiarán en la ciudad olívica durante este curso gracias a los diferentes programas de movilidad estudiantil que existen en la actualidad, una cifra que se eleva hasta los 378 sumando los alumnos que cursarán sus estudios en los campus de Pontevedra y Ourense.

En Vigo, el salón de actos de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación, escenario elegido para la presentación, se convirtió en la mañana de ayer en un auténtico cóctel cultural en el que estaban representados 28 nacionalidades de cuatro continentes diferentes, una muestra más de la internacionalización que se ha ido imponiendo en la Universidad viguesa.

Un año más, el programa Erasmus es el rey de la movilidad estudiantil en el campus olívico. Una amplia mayoría, 225 alumnos, proceden de 17 países europeos, con Alemania encabezando el ranking por segundo año consecutivo, aportando 54 estudiantes, seguido por Polonia (36), Italia (31) y Francia (30).

Si los alumnos del viejo continente se llevan la palma en la Universidad de Vigo, los numerosos convenios bilaterales que el campus ha ido firmando con numerosos países en los últimos años se dejan notar en las estadísticas. Así, desde América llegan este curso 38 alumnos, 20 desde Sudamérica y 18 desde México y Estados Unidos. Eva Garea destacó la importancia de programas como el Ciencias sin fronteras o de instituciones como la Fundación Carolina, claves en el intercambio con Iberoamérica.

No faltará de nuevo la representación asiática, con once estudiantes -siete de China y cuatro de la República de Corea- y africana, con seis alumnos de diferentes universidades de Túnez, que aterrizan en Vigo gracias al programa Erasmus Mundus, de intercambio con el norte de África.

Por carreras, otro año más la Facultad de Filología y Traducción se convierte en el centro más políglota del campus vigués, ya que 133 estudiantes de quince nacionalidades estudiarán en sus instalaciones, una cifra muy superior a Ciencias Económicas y Empresariales, con quince países también representados pero con una cifra más baja de alumnos, concretamente 61, casi el doble que los de la Escuela de Ingeniería Industrial, con 33. El resto de facultades que reciben alumnos durante este curso son Telecomunicaciones, Minas, Enfemería, Estudios Empresariales, Biología, Ciencias de Mar, Ciencias Jurídicas y del Trabajo, Derecho y Química, a las que se suman la Escuela de Negocios Novacaixagalicia y la Oficina de Relaciones Internacionales, a la que llegarán dos estudiantes para realizar prácticas.

Precisamente, la representante de la ORI, Eva Garea, fue la encargada de introducir el amplio abanico de actividades, desde la oferta formativa del Centro de Linguas Modernas a programas culturales o deportivas, que la Universidad tiene preparadas para guiar la estancia de todos los alumnos extranjeros, que atendían a las explicaciones desde la tribuna del salón de actos de la Escuela de Telecomunicaciones.

El deseo de mejorar

El deseo de mejorar los conocimiento de español es el principal aliciente de los alumnos extranjeros que aterrizan en Vigo durante este curso. "Mucha gente me dijo que Vigo es un sitio donde me será fácil mejorar el español", reconoce Adam, llegado desde Londres, una opinión que comparte el italiano Giulio: "Estudio Lenguas Extranjeras y por eso quiero estar aquí. para mejorar".

La mayoría de estudiantes consultados reconocen que no tenían mucho conocimiento de Vigo antes de plantearse la opción de estudiar en el campus, aunque todos admiten que la ciudad les ha sorprendido gratamente y que están muy contentos en sus primeros días por la ciudad olívica.

"Elegí Vigo porque tiene muchas playas", dice entre risas la polaca Angelica, que añade que la ciudad es "realmente agradable", algo que comparte el napolitano Giovanni, con ganas de divertirse, además de estudiar, durante los próximos meses. "Me encanta Vigo porque tiene mar y para mí es muy importante", confiesa el italiano, muy contento también por poder disfrutar de manjares típicos como el pulpo: "Es muy rico".

Por otra parte, para Rafael, llegado desde la Bretaña francesa, su llegada al campus supone la oportunidad de culminar un sueño, el de profundizar en el aprendimiento de la cultura y la lengua española en un lugar que siempre tuvo ganas de visitar. "Quizá porque Galicia es un país celta y se parece al sitio de donde vengo", indica el estudiante galo.

Una de tantas historias de casi tres centenares de alumnos que convivirán durante los próximos meses en las diferentes facultades de la Universidad de Vigo, un año más un auténtico cóctel cultural.