Balaídos necesita la reforma integral prevista por el Concello sí o sí. La Inspección Técnica de la Edificación (ITE) realizada en el estadio en diciembre de 2013 es desfavorable y los técnicos aconsejan medidas "urgentes". Por ello, el Ayuntamiento no solo ha dado los primeros pasos ya con la aprobación obras por valor de 1,6 millones para reparar los daños de la grada de Río, sino que tiene ya un proyecto integral para todo el estadio presupuestado en 30 millones y que se prevé culminar en 2017.

Las deficiencias fijadas en la inspección van más allá de la grada de Río. "En la ITE se detallan múltiples aspectos que deben ser corregidos y/o mejorados, tanto en mejoras de seguridad para los usuarios de la instalación como en mejora de instalaciones o incluso en reparaciones estructurales del interior del edificio", apuntan los técnicos.

Los más de 30 años sin acometer prácticamente ninguna mejora ni obras de mantenimiento de calado han provocado que el deterioro del estadio se haya acelerado. En el citado informe se tipifican como desfavorables todos los parámetros analizados: estado general de la estructura y cimentación; estado de fachadas, medianeras y otros paramentos; estado de conservación de cubiertas y azoteas, así como de las redes generales de fontanería y saneamiento y de las condiciones de seguridad en caso de incendio.

Éste ha sido precisamente uno de los principales motivos que han llevado al Concello a subsanar de urgencia estas deficiencias -en febrero se llegaron a cerrar las zonas deportivas bajo la grada de Río por riesgos de desprendimientos- sino también a plantear el proyecto de reforma global del estadio y que cuenta ya con el compromiso económico de Celta, Diputación y para el que el alcalde, Abel Caballero, busca también el de Zona Franca a la que, como adelantó FARO, propondrá la construcción de un parking bajo la nueva grada de Marcador.

Sobre las deficiencias detectadas en la estructura y cimentación del estadio -se achacan en buena medida a la falta de recubrimiento de las armadura- destacan la abundancia de nidos de grava, elementos prefabricados dañados, humedades y filtraciones de agua de lluvia u oxidación de los rigizadores y distanciadores metálicos de los nervios portantes de las ménsulas de cubrición.

Sobre las fachadas del estadio, en la ITE se reconoce que el conjunto se encuentra en un "estado aceptable" pero apunta varios puntos factibles de revisión y reparación entre los que cita paneles con roturas y anclajes defectuosos, fisuras y grietas en la fachada de ladrillo o la presencia de cableado a la vista e instalaciones obsoletas.

Respecto a la cubierta de Río, de chapa metálica sobre celosía metálica, el informe alerta de la oxidación y corrosión de las chapas. En los techos de hormigón del resto de gradas se detectaron filtraciones de agua, daños en los tratamientos de impermeabilización y oxidaciones.

Sobre las redes generales de fontanería y saneamiento, y aunque el informe apunta que de forma genérica "tienen un estado de aceptación razonable" , detecta "pequeños puntos factibles reparación" entre los que están pérdidas de agua en los baños de la grada de Río, bajantes de aguas pluviales rotas, mal drenaje entre asientos u obstrucción de los canales de desagüe y falta de protección contra impactos de las bajantes de pluviales en zonas comunes.

Finalmente, y en lo que se refiere a seguridad, el informe alerta de la existencia en algunas zonas de cables de corriente sin protección al alcance de una persona, barandillas inestables y de poca altura en multitud de zonas, falta de elementos de protección en escaleras, inexistencia de extintores en recorridos de evacuación en los que se advierte que falta iluminación y puertas con sistema antipánico.