Cuando las dimensiones del Titanic asombraron al mundo entero en 1912 ya se sospechaba que ni siquiera su trágico hundimiento frenaría la floreciente industria crucerística ni los nuevos desafíos de la ingeniería naval. Por eso ahora, más de un siglo después, el tamaño del malogrado buque de 267 metros de eslora (largo) por 28 metros de manga (ancho) y una altura de 30 metros desde la línea de flotación quedan ridiculizados con la anatomía del nuevo rey de los mares: el Oasis of the Seas. Cuando este coloso realice la primera de sus dos escalas en Vigo -el 27 de septiembre y el 18 de octubre- no solo pasará a la historia por ser el barco más grande de cuantos atracaron en los muelles vigueses -360 metros de eslora; 65 de manga y 72 de altura desde la línea de flotación- sino el de mayor capacidad. Como enfatizaba ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, sus 6.300 pasajeros y 2.394 tripulantes suman "más de 9.000 habitantes, una población superior a la de 250 municipios gallegos". Incluso su infraestructura de alojamiento, repartida en 5.200 camarotes, subrayó Ignacio López-Chaves, "rebasa la oferta hotelera de Vigo".

Que su envergadura lo convierta en el mayor barco de pasaje del mundo no significa que el Oasis of the Seas sea el más grande de todos los buques. Este es un ranking muy disputado. Por ejemplo, desde hace poco tiempo lo encabezan los portacontenedores de la naviera danesa Maersk, de 400 metros de eslora. Pero nunca antes Vigo habrá recibido un casco de las dimensiones de la nueva joya de la Royal Caribbean, y tampoco con semejante capacidad de carga.

En la rueda de prensa ofrecida ayer, López-Chaves repasó apoyándose en un sencillo gráfico las escalas históricas del Puerto de Vigo. Se remontó a 1874, cuando arribó el bergantín goleta Faro de Vigo, de 70 metros de eslora y propiedad entonces de su tatarabuelo, quien llegó a fallecer en plena singladura hacia La Habana. El presidente del Puerto de Vigo también citó la escala del buque de pasaje C. Colón, de 152 metros, en 1929; y la del Andes, 196 metros, en 1951.

Aunque no todo los gigantes que atracaron en Vigo traían cruceristas. Como ocurrió en 1962 con el portaaviones norteamericano HMS Victorius, de 242 metros; o en 2011 con el Juan Carlos I, que sigue siendo con sus 231 metros el navío más grande de la Armada española. En este reducido listado histórico también destaca la llegada, en 2012, del portacontenedores MSC Ilona, de 300 metros. Desde esta fecha, los siguiente récords en cuanto a tamaño en el puerto de Vigo los protagonizan cruceros. Como el Independence of the Seas, que en los últimos años y hasta el 27 de septiembre será, con sus 339 metros, el mayor buque de pasaje de cuantos atracan en la Estación Marítima Vigo.

"Las magnitudes del Oasis of the Seas son incomparables con cualquier barco en incluso con algunos edificios", resaltó el responsable portuario vigués, señalando los 334 metros de la torre Eiffel tumbada: los 145 de altura de la pirámide de Keops, los 157 de la torre Picasso en Madrid o los 75 el hospital Xeral.

"Un acontecimiento social"

Por si fuera poco, en su estreno en Vigo el buque de Royal Caribbean coincidirá con el Celebrity Infinity. Entre ambos sumarán más de 12.000 personas. Como adelantó este periódico, en la primera escala, el Oasis of the Seas permanecerá amarrado entre las 07.00 horas y las 19.00 horas; y en la del 18 de octubre, arribará a las 8.00 y zarpará a las 20.00 horas. "Serán doce horas de permanencia, ambas en sábado, de un buque único, de un acontecimiento social que podrán disfrutar todos los vigueses; un día histórico para el puerto pero también para la ciudad", destacó López-Chaves.

Durante su periplo europeo, el descomunal crucero escalará en siete puertos, tres de ellos españoles. Chaves atribuye la elección, por parte de la Royal Caribbean, de la terminal viguesa para esta doble escala por sus "excelentes condiciones de operatividad y seguridad", como quedó demostrado, con la doble escala de los buques Independence of the Seas y Queen Mary 2, segundo y tercer crucero más grandes del mundo.