El Concello de Vigo recurrirá ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) la sentencia que le obliga a retirar la Cruz de O Castro. El alcalde anunció ayer por la mañana la decisión del gobierno local tras consultar con los servicios jurídicos municipales: "En este Ayuntamiento tenemos como norma seguir los procedimientos jurídicos hasta el final y agotar la segunda instancia en todos los casos sin excepción. Y esta no la es", precisó Abel Caballero en su primera comparecencia tras conocerse durante el fin de semana el fallo del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 2 de Vigo que estima el recurso interpuesto por la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 y condena a la administración local a derribar el monumento por entender que "subsisten elementos de enfrentamiento, ofensa y agravio".

El regidor socialista no quiso avanzar nada respecto a los argumentos que esgrimirá el gobierno local en su recurso, si bien destacó que la sentencia "es contraria" al acuerdo plenario de 1981 por el que la Corporación viguesa acordó de forma unánime retirar los símbolos franquistas que había en la ladera de O Castro manteniendo la cruz en su lugar. "Con la unanimidad de UCD, socialistas, comunistas y nacionalistas se acordó mantenerla y ahora esta sentencia indica que esa decisión no fue adecuada. La acato, pero seguiremos el procedimiento en segunda instancia como se hace con todos los asuntos jurídicos", señaló el alcalde.

Tras anunciar la réplica del consistorio ante el TSXG, Caballero centró su intervención en defender el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica de 2007 por parte del Concello de Vigo. "Dicho esto, quiero destacar que en esta ciudad no queda ningún símbolo fascista en pie. Ni uno solo. Fueron todos retirados y muchos de ellos siendo yo alcalde. Allí donde los detectamos, fueron eliminados porque esa es nuestra norma", puntualizó.

El regidor recordó que con él ya en la Alcaldía "se procedió a retirar el monolito de Cíes, se eliminaron los símbolos fascistas de ocho iglesias, incluida la Concatedral, retiramos el escudo franquista de Casa das Artes, en el Rectorado, se inauguró el Jardín de la Memoria en Pereiró y, estando yo de presidente del Puerto, se eliminó la placa de la Estación Marítima que inauguró Franco. Y además, este Ayuntamiento recuerda de forma oficial todos los 27 de agosto a los alcaldes democráticos de Vigo que fueron represaliados y le hemos puesto el nombre de víctimas a varias calles", insistió Caballero.

Respecto al hecho de que tres concejales de su actual equipo de gobierno firmaran en su día la propuesta de la Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 a favor del derribo de la cruz, el alcalde se limitó a contestar que "hay acuerdo entre todos los miembros de este gobierno sobre la forma de proceder".

"Confusión jurídica"

Ayer se esperaba también la primera valoración del PP de Vigo sobre la sentencia, pero el grupo solicitará un informe de los juristas municipales sobre la situación legal de la Cruz del Castro antes de valorar el fallo políticamente: "Hay una confusión jurídica que se debe aclarar. Hay sentencias contradictorias y parece sensato que sepamos cómo está el asunto antes de realizar un pronunciamiento político", aseguró su portavoz municipal, José Manuel Figueroa.

La formación no se sale del guión seguido durante el fin de semana: "El PP siempre acata las sentencias judiciales y si hay un mandato judicial se acatará como ocurre en todos los casos", reiteró el dirigente popular, que se sumó al argumento del acuerdo plenario de 1981 para despojarla de todo contenido político. "Es parte de la historia de esta ciudad y la Corporación de Vigo decidió de forma unánime que pasaba a ser un símbolo religioso. Respetamos todas las opiniones, pero a nosotros no nos molesta donde está y consideramos que no es un asunto prioritario para la ciudad", abundaba Figueroa a primera hora de la mañana.

Tras conocerse que el Concello recurrirá la sentencia, el PP mantuvo su discurso: "Una vez que el asunto se ha judicializado no queda más que hacer caso a los servicios jurídicos. Es preciso un informe municipal", volvía a apuntar el portavoz.

Hoy hace justo un año que el Pleno de Vigo debatía sobre la Ley de Memoria Histórica y el futuro de la Cruz del Castro. El BNG no logró ese día sacar adelante su moción exigiendo el derribo tras encontrarse con la abstención de los socialistas y el voto en contra del PP. La portavoz del Bloque, Iolanda Veloso, recordaba ayer esa sesión antes de exigir al alcalde que cumpla el fallo "lo antes posible" por tratarse "de una cuestión de justicia en todos los sentidos".

"Cuando el BNG tuvo responsabilidades de gobierno fue coherente y eliminó la simbología fascista de Casa das Artes", defendió la portavoz nacionalista, que situó el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica como "una reivindicación constante" de la formación. "Ya en una moción de 2006 se instaba a retirar la simbología franquista de las fachadas de los edificios y se hacía una mención expresa a la situación del Castro", abundó Veloso, que acusó al alcalde de "preferir la ley de amnesia histórica", mientras que reconoció que al menos en la última votación de 2013, "el PP sí votó en coherencia con lo que defiende".

También se pronunció sobre la sentencia el coordinador local de EU en Vigo, quien tildó de "gravísimo agravio a las víctimas del franquismo" el recurso interpuesto por el Ayuntamiento, al que exigió que "no traicione a sus militantes represaliados ni el concepto de memoria democrática".