El Sarmiento de Gamboa repone estos días fuerzas en el muelle vigués antes de enfrentarse a una nueva campaña que se desarrollará en el golfo de Cádiz y en la que participarán, en distintas fases y hasta mediados de octubre, 40 investigadores de grupos de España, Portugal, Reino Unido, Italia, Francia, Alemania y Marruecos. Los expertos partirán el próximo lunes y, una vez en la zona de estudio, tomarán imágenes y muestras de los fondos para identificar los rasgos erosivos y depósitos sedimentarios generados por las masas de agua.

Javier Hernández-Molina, profesor de Geología de la Universidad de Vigo y actualmente en la Royal Holloway de Londres, colidera el proyecto Mower junto a Gemma Ercilla, del grupo de Márgenes Continentales del CSIC, y David Casas, del Instituto Geológico y Minero de España.

La expedición toma el relevo de la IOPD 339, que también coordinó Hernández-Molina junto con Dorrik Stow entre noviembre de 2011 y enero de 2012 a bordo del Joides Resolution, uno de los mejores perforadores del mundo. Se alcanzaron los 5,5 kilómetros de profundidad en siete puntos localizados frente a las costas de Andalucía y Portugal y el equipo, compuesto por 35 expertos de 14 países, obtuvo el mayor registro continuo de sedimentos hasta la fecha que está permitiendo estudiar los cambios climáticos de los últimos 6 millones de años, así como el pulso tectónico existente en el Estrecho.

Pero los investigadores también descubrieron "impresionantes" acumulaciones arenosas denominadas contornitas y consistentes en depósitos generados por las corrientes marinas que circulan dando forma a las cuencas oceánicas. Pueden alcanzar longitudes de centenares de kilómetros y atesoran una valiosa información científica, además de estar relacionados con yacimientos de hidrocarburos. La presencia de gas está constatada y, aunque hasta ahora no ha sido así en el caso del petróleo, el hallazgo supone una nueva vía para su búsqueda que no era contemplada por las compañías.

La campaña Mower, de carácter "novedoso" y "multidisciplinar" recogerá nuevos datos en el talud continental de los márgenes que bordean la Península Ibérica -golfo de Cádiz y oeste de Portugal- para estudiar la evolución de los rasgos erosivos y de los depósitos contorníticos y también determinará los procesos sedimentarios, oceanográficos y paleoceanográficos más recientes.

Pronosticar los cambios

Descifrar cómo han sido en el pasado los cambios en la circulación submarina relacionados con cambios climáticos, variaciones en el nivel del mar y tectónicos, destacan los responsables de la campaña, permitirá establecer un modelo que ayude a "pronosticar los cambios que sufrirán los fondos atlánticos de Iberia en el futuro".

La campaña persigue además explicar el origen, "hasta el momento desconocido", de las "extensas y frecuentes" capas arenosas descubiertas en área de estudio, lo que conlleva "importantes implicaciones medioambientales" puesto que ayudaría a entender los hábitats profundos que sustentan.

Entre sus objetivos también figura la correlación de estos datos con los obtenidos en proyectos anteriores o cedidos por empresas en el Mar de Alborán y en los márgenes de Galicia y del Cantábrico. "Los resultados previsibles permitirán un nuevo conocimiento de los fondos marinos que rodean la franja atlántica de Iberia", concluyen.

Además de obtener resultados científicos "de primera línea", el proyecto también tiene implicaciones económicas dada la relación directa con posibles yacimientos minerales y energéticos.