La autopista del mar que une Gijón con Nantes-Saint Nazaire desde septiembre de 2011 podría irse a pique en un mes al expirar las ayudas públicas, salvo prórroga de última hora. El corredor, operado por la naviera francesa LD Lines, ha recibido cuantiosos fondos para su consolidación, en torno a 30 millones de euros, pero ese sostén no ha bastado para afianzarlo y está a punto de derrumbarse como un castillo de naipes. Llegada la hora de que las rutas naveguen solas ha quedado en entredicho su viabilidad. LD Lines dio en julio "preaviso de cierre" y esta semana lanzó una señal clara del posible desmantelamiento al suspender el servicio de ferry a Poole, en el sur de Inglaterra. La cancelación de la autopista a Nantes puede ser el siguiente paso, algo que en círculos asturianos, tanto empresariales como políticos, dan prácticamente por seguro de no ampliarse las ayudas. Incluso la presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón, Rosa Aza, deja ver que está casi perdida y plantea ya un nuevo rumbo, negociando con navieras que abran conexiones sin apoyos de las administraciones.

El Puerto de Vigo ha competido hasta ahora con El Musel en posición de desventaja, pero pronto cambiará el escenario y cuenta con muchas bazas para hacerse con gran parte de los tráficos del corredor asturiano, que recibe más de la mitad de su carga desde Galicia y el norte de Portugal. La autopista del mar entre Bouzas y Nantes-Saint Nazaire tiene ya la autorización de Bruselas y una financiación europea aprobada de tres millones dentro del programa Marco Polo II para arrancar, pudiendo llegar a los 30 con las aportaciones a partes iguales del Estado español y el francés. Las operaciones podrían empezar en el mes de octubre, justo después de que venzan las ayudas a LD Lines.

Este impulso en Vigo permitirá abaratar fletes, captar más tráficos y diversificar destinos a puertos como el de Algeciras y Le Havre. Gijón teme la migración desde El Musel al puerto olívico ahora que pierde la ventaja. Su autopista puede sufrir en el plano portuario una suerte de efecto Ryanair, la popular aerolínea de bajo coste, que ha abandonado varios aeropuertos al no renovársele las ayudas.

La autopista del mar de Vigo fue aprobada en 2010 pero hasta ahora no ha podido activarse. Su adjudicataria, Acciona Trasmediterránea, renunció a explotarla al perder el contrato con PSA y bajar los tráficos, y cedió el testigo a la Compañía Marítima Hispano Francesa, pero el proyecto de esta última no convenció a la comisión de los gobiernos español y galo que regula estos corredores, cuya finalidad es fomentar el transporte marítimo en detrimento de los movimientos por carretera. La firma del contrato por tres años de Suardíaz con Gefco, filial logística de PSA, cambió las tornas y la naviera ha obtenido de Acciona los derechos de explotación de la autopista viguesa. Su proyecto destina el Suar Vigo y también previsiblemente el L'audace al corredor, con cuatro frecuencias de ida y vuelta semanales.

La autopista del mar de Gijón mueve pasajeros y mercancías y en su primer año transportó a 40.000 personas y 25.700 vehículos. La Autoridad Portuaria de Gijón sostiene que su actual ocupación, que cifra en el 70%, es "excelente", por lo que considera atractivo el corredor. Claro que el fin de las ayudas y la aparición en escena de la autopista de Vigo es un importante cambio de condiciones que pondrá a prueba la verdadera solidez de los tráficos. Cabe la posibilidad de que LD Lines esté tensando la cuerda con el cierre de la ruta a Inglaterra para presionar a fin de obtener una prórroga de un año. Las perspectivas, en todo caso, son poco alentadoras. A la probable pérdida de la subvención se une la reclamación de Bruselas de devolución de fondos a la naviera por considerar que derivó ayudas para el transporte de camiones al de pasajeros y turismos. El montante podría ascender a quince millones.

La continuidad o no de la autopista del mar gijonesa se despejará en las próximas semanas. El contrato está firmado hasta 2017 y los gobiernos podrían ejecutar el aval de cinco millones que depositó la naviera si renuncia a explotarla. La compañía, de consumar la marcha, puede alegar la cláusula que justifica esa decisión por "inviabilidad" de las rutas. La puesta en marcha de la autopista viguesa, tras cuatro años en competencia desigual, se presenta clave.