La falta de espacio en los archivos de los juzgados de Vigo ha llevado a agudizar el ingenio a magistrados y funcionarios: ventanas, pasillos, aseos y hasta el despacho de un secretario judicial acumulan cientos de expedientes y pleitos, muchos de ellos ya juzgados o prescritos. La agrupación de funcionarios Alternativas na Xustiza denuncia la situación de colapso que se vive, con cajas de procedimientos al alcance de cualquiera y las pruebas que los acompañan (piezas de convicción). Una situación que, según el colectivo, no solo vulnera la Ley de Protección de datos, sino que supone un riesgo importante en caso de incendio -dada la gran acumulación de papel- o de evacuación de los edificios judiciales.

Para solucionar el problema proponen al Gobierno de la Xunta la contratación de una nave industrial donde puedan concentrarse todos los procedimientos judiciales -salvo los más recientes-, en la que se lleve a cabo el trabajo de documentación y destrucción de piezas que no tengan valor. Abogan "con fuerza" por el expurgo de procedimientos archivados que ha puesto en marcha la Xunta, pero demandan una aplicación informática para la gestión íntegra de los archivos y la creación de equipos de trabajo en cada edificio judicial para los expurgos . En este sentido critican la ausencia de medios y que tengan que ser los propios trabajadores de cada juzgado quienes realicen la selección de pleitos que deben guardarse y registrarse, lo que puede retrasar su labor diaria. Abogan por la creación de equipos de refuerzo y que se contrate personal especializado "al tratarse de documentación personal y muchas veces irreproducible".

Alternativas na Xusticia expone que los Juzgados de Instancia tienen expedientes desde el año 1977 y la falta de espacio obliga a usar las oficinas judiciales como archivos, mientras que los asuntos en trámite se acumulan encima de mesas, armarios y ventanas. Las estanterías llenan los pasillos y la antesala del juez.

En Instrucción tampoco hay espacios para archivar y las cajas están en el suelo. "Algunas piezas de convicción están en mal estado y forman montes de lixo", aseguran en referencia a bicicletas y decenas de pruebas que se acumulan unas sobre otras desde el año 1989 pese a que los asuntos están ya archivados o prescritos. Algunos de los expedientes más antiguos, apuntan, "están destrozados".