Unanimidad en el pleno municipal para exigir a la Xunta que rectifique y devuelva a Vigo la sede "para todos los efectos" de la nueva Fundación Obra Social de Galicia y que en sus estatutos "quede blindada la permanencia en la ciudad de la colección artística de la antigua Caixanova". La normativa elaborada por Facenda traslada a la ciudad de A Coruña la citada sede.

PP y BNG respaldaron la moción presentada por el PSOE, pero no sin escatimar las críticas. Los populares entienden que el alcalde "busca una nueva confrontación con la Xunta" y desde el Bloque insistieron en que se debieron realizar gestiones antes de que los estatutos materializasen el vaciado de competencias de la sede institucional ubicada en Vigo, mientras que A Coruña conserva la referencia "social y fiscal".

A pesar de las importantes diferencias que los tres grupos volvieron a exhibir sobre el proceso de fusión de las cajas gallegas y su posterior bancarización, se llegó a un acuerdo para reclamar a la Xunta que evite lo que los socialistas tildan de "un claro intento de marginar a la ciudad de Vigo y arrebatarle el patrimonio cultural y la sede institucional que actualmente recae en Vigo".

El encargado de exponer los argumentos del PSOE fue el segundo teniente de alcalde de Vigo, Carlos López Font, que se refirió al "traslado" de la sede al norte como "una muestra más del antiviguismo patológico de Núñez Feijóo. Debe hacérselo mirar", insistió el edil, que recordó que son 5.500 obras procedentes de más de cuatro mil autores gallegos de distintas épocas las que pasaron a la Obra Social que gestionará la nueva Fundación.

El nacionalista Santiago Domínguez reprochó a sus exsocios de gobierno que presenten mociones "cuando las decisiones están tomadas". Contrapuso esta actitud con la de su grupo, recordando que el 14 de mayo de 2013 ya presentaron una moción en la que se reclamaba información sobre el proceso de fusión y se instaba a crear "un frente común para defender el patrimonio de las cajas". "¿Qué hizo desde entonces?", interrogó Domínguez antes de reiterar que "el BNG se adelantó un año a los acontecimientos".

Por parte del PP Teresa Cendón fijó la postura del grupo. La edil defendió que los populares llevan desde 2012 "pidiendo que Vigo sea sede del Patronato que dirigirá la Fundación" y centró sus críticas en la "amenaza" de Abel Caballero de no nombrar al representante de Vigo en ese Patronato. "Nosotros conseguimos el voto ponderado para que la opinión del representante de Vigo tenga más peso y lo que no se puede es renunciar a ese puesto. Un alcalde en minoría no puede vetar a Vigo la posibilidad de recibir actuaciones de música, exposiciones, inversión para guarderías, bibliotecas, premios, becas y ayudas sociales", argumentó Cendón.

La edil coincidió con el Bloque en que la moción socialista "llega tarde", pero reconoció que comparten el fondo de la cuestión: "En el PP queremos una gestión desde Vigo para Galicia porque hasta ahora se ha hecho bien", recordó la edil popular a quien López Font contestó para cerrar el debate que si Vigo planteaba no nombrar un representante es porque "no se pueden cambiar las reglas del juego". El portavoz socialista exigió al PP un pronunciamiento más contundente por el cambio e insistió en que "no se trata de victimismo, sino de defender un derecho conquistado por los ciudadanos del área de Vigo que con su esfuerzo permitieron atesorar una importante colección artística".

La decisión unánime del pleno vigués se produce después de que la Consellería de Facenda dejase fuera de los estatatutos la "dirección efectiva" y asentamiento del primer ejecutivo que Vigo asumió tras la fusión. Aunque aseguraba que nada había cambiado, Facenda reconoce que la ubicación de la ciudad se queda a efectos solo "de representación", que la gestión se hará "desde los propios centros" de la obra social y que el gerente no llevará las riendas desde aquí, sino desde A Coruña.