La veteranía es un grado. El paso de los años va dejando una cantidad irrepetible de anécdotas allí por donde pasa y quién mejor que las personas para recordarlas. Bouzas celebra estos días sus fiestas y la ilusión se palpa en sus calles pese al mal tiempo con el que han comenzado las actividades, una pequeña mancha que no emborrona el esfuerzo y la dedicación de todas las personas que hacen posible una de las fiestas más reconocidas de Vigo y Galicia.

Bouzas es un lugar especial, distinto, con una identidad propia que no se cansa de reivindicar. Gran parte de este sentimiento reside en los veteranos del lugar, esas personas que se van haciendo mayores pero en las que reside ese orgullo de sentirse boucense por encima de vigués.

"Hay mucha historia aquí, llevamos casi 500 años constituidos como villa", reivindica Paulino Freire, de 78 años y miembro de la Cofradía Santísimo Cristo de los Afligidos Bouzas. Precisamente, el término villa es uno de los más reivindicados, hartos de que se nombre a Bouzas como barrio o parroquia de Vigo.

"Somos diferentes porque mantenemos nuestras tradiciones. La suma de los Concellos de Bouzas y Vigo se llamó agregación, no absorción", reivindica Freire, algo que en lo que coincide Fito, de 81 años, que califica de "inmensa" la historia de Bouzas. "Vigo es tan fuerte gracias a ella", llega a afirmar.

Y es que mucha historia detrás acumula la villa boucense, de vital importancia para el desarrollo de Vigo por su carácter marinero en sus inicios, algo que ha evolucionado con el paso de los años.

"Fue cambiando mucho, en sus orígenes era una villa puramente marinera, con toda la industria que derivaba. Ahora, ha cambiado como todo", comenta José Carlos Espinosa, de 71 años.

Lógicamente, Bouzas tampoco ha salido indemne a la crisis, una de las muchas dificultades que ha tenido que soportar a lo largo de los años. "En época de crisis, afecta más a los sitios donde hay trabajo pero a Bouzas no hay crisis que la pueda hacer desaparecer", destaca José Carlos Espinosa, que loa el carácter de los boucenses.

"La gente marinera se lo transmite a sus hijos, somos luchadores natos y vamos a pelear siempre. El ser de Bouzas se mama, se vive, eso se transmite, la historia no se olvida", incide Espinosa.

Precisamente, todos ellos destacan el movimiento de gente joven que está revitalizando Bouzas tras años complicados, convirtiéndose en la actualidad en un lugar lleno de vitalidad y dinamismo. "No se puede esperar que todo sea bueno, cuando viene algo malo hay que saber hacerle frente y eso es lo que se está haciendo aquí", reivindica Fito.

Una villa, en definitiva, con una historia detrás inmensa que no se cansa de reivindicar en cuanto puede, para dejar claro que lo que significa ser de Bouzas.