Un proyecto al alcance solo de los mejores expedientes académicos de toda España, en busca de más información sobre una posible salida universitaria relacionada con el ámbito científico. Distribuidos en cuatro turnos de 28 estudiantes para ocupar las cuatro semanas del mes de julio, los Campus Científicos de Verano ya han despedido a dos grupos de alumnos de 1º de bachillerato, encontrándose inmersos ahora en su tercera semana de vida. Cuatro son los proyectos que se proponen a los estudiantes por semana: identificar especies marinas a través de técnicas genéticas; descubrir la vida vegetal que existe en las dunas y marismas; profundizar en el conocimiento de especies marinas; e inducir la reproducción de invertebrados. Todos los jóvenes tienen que presentar, además, un proyecto a la conclusión de su estancia en la ciudad.

A la cabeza del taller de reproducción se encuentra Elsa Vázquez, catedrática de zoología marina y directora del área de docencia y captación de talentos del Campus do Mar. Vázquez comanda un grupo de seis chicas y dos chicos llegados desde Madrid, Alicante, Toledo, Murcia, Valencia, Soria y Bilbao que intentan inducir la reproducción de los erizos de mar. El escenario escogido para llevar a cabo su investigación no puede ser mejor, la Estación de Ciencias Mariñas de Toralla (ECIMAT), unas instalaciones punteras en las que aprenden cómo trabajan los investigadores profesionales y consiguen una formación al alcance de muy pocos.

"Es una formación de base, para el futuro, aprenden el método científico que pueden aplicar en cualquier faceta de su vida, también el respeto por la naturaleza y por la vida. Con estas fecundaciones in vitro estudian el desarrollo embrionario. Además, van a contribuir a repoblar de erizos la zona", explica Elsa Vázquez, que compara el método de trabajo de los estudiantes con el que realizan, a una escala mucho más grande, las piscifactorías.

La ilusión por estas semanas de trabajo fluye en ambas direcciones, de los alumnos a los profesores y viceversa. Los primeros pueden ver reflejada en la práctica su pasión por la ciencia, la que estudian durante todo el año en sus colegios o institutos mientras que para los docentes y organizadores de estos campus, es la oportunidad de dar a conocer el Campus do Mar y las diferentes alternativas que ofrece a la hora de plantearse hacer una carrera universitaria.

"Nos posicionamos en el mapa, estamos vendiendo la Universidad porque somos el único campus con estos talleres. Vigo es un lugar ideal, no solo por el emplazamiento, sino también por las instalaciones con las que contamos, que hacen el factor diferencial, con un agua de mar de una excelente calidad. Es un equipamiento idóneo para hacer investigación marina", destaca la catedrática.

El éxito de estos Campus parece asegurado, ya que año tras año aumenta la demanda, en parte gracias al boca a boca de los estudiantes, que al volver a casa, hablan maravillas de su experiencia en las instalaciones del Campus do Mar, sabedores de que han disfrutado de una oportunidad única. Sacrifican parte de sus vacaciones por horas de trabajo y estudio, un verano diferente y, sobre todo, muy instructivo para todos.