Un joven de 20 años aceptó ayer 31 días de trabajos comunitarios tras tener un accidente con una motocicleta. El caso no sería llamativo si no fuese porque el chico conducía sin casco, sin carné y con un ciclomotor "casero" construido pieza a pieza, que recordaba a los vehículos de películas ficticias como Mad Max.

Según el escrito de acusación, el acusado, J.M.R., sin antecedentes penales, salió de su domicilio el día 9 de julio de 2013 para dar una vuelta con un ciclomotor manufacturado por él mismo -o por alguno de sus hermanos, según fuentes policiales- por la calle Cantabria. Al parecer, el joven circulaba a una velocidad superior a la permitida en la vía -es decir, 40 kilómetros por hora- y se empotró contra la parte trasera de un vehículo que estaba maniobrando para entrar en un garaje particular sobre las 13:30 horas.

Antes de que comenzase el juicio en el juzgado de lo Penal Número 3 de Vigo, que se inició una hora y media más tarde de lo previsto, el acusado llegó a un acuerdo y aceptó 31 días de trabajos comunitarios cuando el Fiscal pedía en su día imponer la pena de 20 meses de multa a razón de una cuota diaria de 12 euros con la responsabilidad personal subsidiaria prevista en el artículo 53 del Código Penal en caso de impago, además de las costas procesales.