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Una luz al final del túnel del paro

Un centenar de personas contratadas por el Concello en su programa "Vigo Emprega" recuperan la ilusión de estar ocupados »El contrato tiene seis meses de duración

Un oasis en el medio del desierto. Un centenar de vigueses se ha visto beneficiado del programa municipal "Vigo Emprega". Esta iniciativa de empleo, desarrollada desde el Concello de Vigo gracias a una partida de 680.000 euros, ofrece a todas estas personas un contrato de seis meses de duración, recibiendo formación y trabajando en diversas actividades en favor de la ciudad, como pueden ser la construcción de aceras, canalizaciones, mantenimiento de parques y jardines, campos de fútbol, etc.

Todos ellos recibieron la visita en el Parque Central, situado en Santa Cristina, del alcalde de Vigo, Abel Caballero, quien les dio la "bienvenida" a todos, confiando en que esta incorporación al mercado laboral se pueda prolongar más allá de los seis meses que estipula su contrato actual.

"Es un programa de inserción laboral de seis meses, para que tengan el salario y la dignidad que merecen pero una vez concluido, habrá un esfuerzo en la búsqueda de empleo", destacó Caballero, que explicó que la iniciativa forma parte del programa de empleo del Concello, añadiendo que se han conseguido generar entre "2.000 y 3.000 puestos de trabajo al año".

Diversas ocupaciones

Los beneficiados han visto con alivio este contrato, un soplo de aire fresco para los difíciles momentos que están viviendo. El drama del paro de larga duración, la imposibilidad de acceder a un primer trabajo, a un salario digno, es el contexto en el que se engloban los destinatarios de esta iniciativa.

Albañilería, fontanería, jardinería o carpintería, son algunas de las ocupaciones que desarrollarán durante estos seis meses las personas que han sido seleccionadas. Gente de todas las edades, desde los veinte años hasta los sesenta, a las que les une una misma ilusión, la de volver a un mercado laboral que durante mucho tiempo les había regateado.

Esto supone para ellos, en gran medida, quitarse una losa de encima al volver a sentirse útiles y productivos, además de contar con una formación que en otros casos no habrían podido recibir y que les permite ampliar el abanico de opciones en la búsqueda futura de una salida laboral al término de su contrato con el Concello.

El punto de partida de una aventura que permite dejar atrás, en la mayoría de casos, situaciones de drama y dificultad que quedan, al menos durante seis meses, en un segundo plano. Una luz en medio de la oscuridad.

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