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Una "brújula" para bucear en el pasado romano de Vigo

El centro, que puede recorrerse de forma autónoma o guiada, orienta a los visitantes sobre la villa y la historia de los antiguos pobladores de la Ría

El centro de interpretación de Toralla ha arrancado con buen pie en afluencia y críticas favorables de los visitantes que se acercan a la Finca Mirambel para conocer una parte del pasado vigués. Desde su flamante apertura los principales objetivos han sido instruir acerca del yacimiento y de la historia de la ciudad desde el periodo castrexo hasta el siglo V d.C. "Primero se da una explicación sobre el Vigo romano. Después se particulariza sobre los elementos presentes en el centro, como por ejemplo los restos de un molino de la época y una tumba", explica Marta Lorén, arqueóloga encargada del centro de interpretación.

Además de exhibirse restos romanos originales in situ, el edificio consta de dos plantas en las que se combinan paneles informativos junto a representaciones ficticias de actividades de la época. Lo que llama la atención nada más entrar es la curiosa historia entre el castro de Toralla, que data del siglo V a. C., y la Villa romana del s. V d.C. "Con tan solo 100 metros de separación, los dos espacios tienen una divergencia temporal de 1.000 años", explica. Se trata de todo un lujo arqueológico para la ciudad olívica.

Cualquier persona puede llevar a cabo una visita personal, pero lo mejor para comprender la magnitud y los detalles del paso de aquellos pobladores por la ciudad es participar en una visita guiada. "Se hacen de forma continua y no hace falta pedir cita normalmente", afirma. Lorén está siempre dispuesta a enriquecer los conocimientos de los curiosos ya que "la gente es muy agradecida. Les encanta todo", añade. Además, su papel de guía es capital puesto que "la mayor parte de las visitas no tienen ni conocimientos arqueológicos ni sobre el pasado vigués", declara. La duración del recorrido no supera los 30 minutos y son frecuentes las visitas en grupos de gran tamaño. Cabe recordar que el acceso al recinto de Toralla se limita a los jueves y los domingos de de 11.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 19.00. "Son una gran atracción y merecen la pena", afirma.

Antonio Troncoso, de 71 años, y Olegaria Rodríguez, de 79, son una pareja que ha entrado al centro "por curiosidad", afirman. "La verdad es que ya conocíamos el yacimiento, pero este edificio es una novedad". explican.

Tras haber transitado por los diferentes espacios informativos, muestran su satisfacción por lo visto ya que "aunque el centro es pequeño, está totalmente renovado y muy bien estructurado", declaran. Antonio recuerda que antes esa propiedad era "una casa en ruinas", un lugar sin explotar. Finalmente, evocan que la vida en la villa romana tendría "similitudes con la del Berbés de los años 30, salvando todas las distancias", puntualizan. La presencia de la playa a las puertas de las casas, así como la importancia de las actividades pesqueras en las dos épocas corroboran este paralelismo.

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