Investigadores de la Facultad de Química han creado un nanosensor que detecta una potente neurotoxina presente en algunas especies de pescado y marisco (como atún, pez espada y caballa gigante), el metilmercurio, que afecta al cerebro y al sistema nervioso central. El dispositivo mide el nivel del compuesto en el propio barco, facilitando el control del pescado contaminado.

Hasta ahora la detección del metilmercurio requería de métodos complejos y de alto coste. Isabel Costas, Vanesa Romero, y los profesores Isela Lavilla y Carlos Bendicho, miembros del departamento de Química Analítica y Alimentaria, idearon el nanosensor, por el que ya se han interesado varias empresas. "Ahora los laboratorios controlan los niveles de mercurio en el pescado, pero no el metilmercurio", comenta Bendicho. El modelo está basado en la disminución de fluorescencia de las nanopartículas fluorescentes de carbono, que son sintetizadas con la acción de un campo ultrasónico sobre una disolución de frutosa en presencia de un estabilizante orgánico.