Un fondo de capital riesgo norteamericano cierra la compra del centro comercial Gran Vía de Vigo apenas unos días después de conseguir la licencia de actividad y cerrar casi ocho años de incertidumbre legal. El inversor Oaktree, dueño de Panrico, lleva desde marzo realizando gestiones con el fondo CBRE Global Investors, que vende un inmueble cuyo presupuesto de ejecución material ascendió a 22,7 millones de euros y formaba parte de la cartera de ING Real Estate, que es a nombre de quien Urbanismo otorgó el permiso de actividad tras ajustarse la superficie comercial y el aparcamiento y los accesos superiores a las sentencias judiciales que pesaban sobre el recinto y las dos torres de viviendas, que ya se legalizaron en 2012.

Con los problemas legales solventados, Expansión adelantó ayer la operación que supondría el debut inmobiliario de Oaktree, que habría desembolsado entre 100 y 115 millones de euros, según diversas fuentes consultadas. El inmueble de 120.000 metros cuadrados con 41.000 reservados para locales comerciales formaba hasta ahora parte de los activos de CBRE Global Investors desde que en 2011 se hizo con la filial inmobiliaria del banco holandés ING, propietaria original del complejo.

El centro comercial Gran Vía fue inaugurado en junio de 2006 y a pesar de que desde el primer día funcionó casi a pleno rendimiento, la anulación de la licencia de construcción que le otorgó el Ayuntamiento por un exceso de superficie comercial mantuvo el fantasma de la piqueta sobre el edificio hasta la aprobación del nuevo Plan Xeral y la concesión de la autorización comercial por parte de la Xunta aún el pasado mes de septiembre. La licencia municipal coincide ahora con la venta del complejo, que fue durante los primeros años el más grande de Galicia.

La decisión de CBRE Global Investors de buscar comprador para el inmueble vigués no es un caso aislado. Se está deshaciendo de varios centros comerciales y en paralelo a la operación de Vigo negocia la venta del centro Alcalá Magna, en Madrid, valorado entre 70 y 80 millones, por debajo de la operación gallega. Desde primavera también tiene colgado el cartel de "se vende" a su centro Moraleja Green, ubicado en la exclusiva urbanización al norte de Madrid.

Un dato curioso es que su centro El Boulevard de Vitoria, el primero que puso a la venta el pasado mes de marzo, se lo quedó por 130 millones de euros la división inmobiliaria de ING; a quien ellos habían comprado en 2011 el centro Gran Vía de Vigo.

FARO ha intentado contactar tanto con CBRE como con el fondo Oaktree para aclarar los detalles de la operación y conocer si podría influir tanto en el precio de los alquileres como en el empleo, pero no ha sido posible y ninguno ha contestado a las preguntas. Desde el centro vigués también han optado por guardar silencio por el momento.