La gente que estos días se acercaba a la ventanilla habilitada en la lonja del concello para solicitar el cheque social se encontraba allí con una gran afluencia de personas desde una hora muy temprana, lo cual pasa factura tanto a los propios solicitantes como a los funcionarios. "Llega un momento en el que no podemos más", explicaba ayer una de las funcionarias de esta ventanilla, encargada de informar sobre los procedimientos necesarios para rellenar las instancias.

Pero las tres funcionarias que se encontraban ayer en la ventanilla también tienen que lidiar con un problema a mayores: los números. Para poder ser atendido es necesario retirar un número en una máquina situada a la izquierda del mostrador, pero al llegar cierta hora (en torno a las once de la mañana), un cartel es pegado encima que reza: "A partir de ahora en el turno de la mañana no se atenderá a más números". Esto significa que las funcionarias no dan a basto para atender todas las demandas. "No tenemos 50 manos ni 50 voces", se quejaban ayer.

Esto, además, desarrolla la picaresca de los solicitantes. "Algunos llegan aquí por la mañana con los números que retiraron ayer en la compra para intentar colarse, y eso también su pone un problema", lamenta otra de las empleadas públicas.