Decenas de familias participaron ayer en la comida-protesta convocada en la praza da Estrela por la Federación Olívica de Anpas (Foanpas) para mostrar su rechazo al decreto de comedores de la Xunta, que consideran "inadecuado y segregador", además de dificultar la conciliación familiar. Por ello, reclaman la apertura de una comisión de trabajo que evalúe los diferentes modelos de gestión.

Los asistentes soltaron globos y construyeron un "muro de la vergüenza". "Llevamos más de 10 años ocupándonos de los comedores y realizando un seguimiento diario para mejorar en función de las demandas. Hay un trabajo muy grande. Desde Foanpas fomentamos la convivencia, no nos gusta salir a la calle, pero la Xunta debe escuchar de forma activa y sentar a los padres y a los directores de los centros", demanda su portavoz, Bertila Fernández.