Aclara que la situación económica del Cículo Mercantil "es preocupante, no alarmante". La junta directiva que preside Ignacio Pérez Amoedo lleva meses buscando alternativas que liberen a la emblemática entidad del peso de las deudas y garanticen su viabilidad de forma definitiva. Una de ellas pasa por la venta o alquiler de toda o parte de su sede en la céntrica calle Príncipe, un edificio centenario de cinco plantas y 2.800 m2 de superficie. Consciente de la inquietud que ha suscitado la difusión de los planes de la junta directiva entre los 1.900 socios de la entidad, Pérez Amoedo detalla en esta entrevista la salud financiera de la institución con más de 120 años de historia y repite hasta la saciedad que los afiliados serán informados en asamblea extraordinaria de cualquiera de las opciones que decidan para evitar "que la situación empeore". "Sea la venta, el alquiler, la hipoteca de la sede de Príncipe o el aumento de cuotas", enumera.

-¿Cuánto adeuda el Mercantil?

-La hipoteca de 1,8 millones generada por obras en la Ciudad Deportiva nos obliga a desembolsar unos 10.000 euros al mes. Y no tenemos más ingresos que las cuotas que pagan los socios, aparte de unas pequeñas subvenciones del Concello y de la Diputación. Esto se agrava por una caída constante de socios: estamos hablando de un club que llegó a tener 10.000 y ahora son 1.900.

-¿Qué han hecho para frenar ese descenso en la filiación?

-De todo. Hicimos campañas de captación y hasta contratamos a una empresa externa para ese cometido. Pero la verdad, no hay resultados. Soy de los que pienso que este tipo de sociedades sufren los cambios sociales. Es decir, tú hace 30 años o ibas al Mercantil o al Náutico o te llevaba tu padre a la playa. Pero hoy en día hay un montón de oferta de ocio. La situación social cambió totalmente y estas sociedades se resienten. No hay más que ver lo ocurrido con el Aeroclub, el Náutico, etc...

-Los socios le reprochan que no se les haya informado de planes como el de la venta de la sede.

-Y lo entiendo. ¿Pero qué información les doy? Es que el problema de todo este revuelo es que se crea una alarma. Además, nosotros tenemos otras alternativas. Pero garantizo que ninguna decisión se tomará de espaldas a los socios, sino en asamblea.

-¿No cree que todo este revuelo, como dice, se evitaría consultando antes a la masa social?

-Estamos en una situación casi al límite, en la que los ingresos apenas llegan para pagar los gastos. No teníamos nada en firme y no sabemos si lo vamos a tener, de ahí nuestra discreción. Si tú explicas esto en una asamblea, a la que no suelen ir más que 60 socios sobre una base de 1.900, sabemos que la situación se va luego a transmitir con alarma. Y repito, la situación no es para alarmarse. Así que decidimos que mientras no tuviéramos nada en firme era mejor no comentar nada. Lo haremos cuando podamos presentarles un proyecto: a quién, por cuánto, a qué se destinaría el dinero...

-Suena a cambio radical.

-Es que es necesario. El futuro del Mercantil pasa un cambio, sobre todo para evitar que la situación económica se agrave, aunque no pasa necesariamente por la venta de su sede. Por ejemplo, si consiguiéramos 300 socios, ya no sería necesario. Pero de prosperar la venta del edificio, tenemos claro que no supondría desaparecer de la ciudad sino situarse en un radio de acción corto y céntrico.

-¿De cuántas plantas podrían prescindir en Príncipe? ¿Sería viable alquilarlas sin afectar a la actividad del Círculo?

-El alquiler es más complicado. Conllevaría una restructuración del inmueble para garantizar accesos individuales. Además, pogamos por caso que pidiéramos 4.000 euros mensuales, eso tampoco ayudaría a resolver el problema. Y en efecto, el edificio en estos momentos tiene demasiada superficie, más de la que necesitamos. Podríamos prescindir de al menos dos plantas.

-¿Qué precio ponen a la sede?

-Teniendo en cuenta la valoración del edificio que ha hecho el Concello del antiguo Rectorado para vendérselo a Zona Franca, que no es por nada y aunque su interior esté en mejores condiciones, el del Mercantil, por su ubicación más céntrica, estamos convencidos de que cualquier cifra de venta debería superar los cinco millones. Pero reitero: no hay ninguna oferta.

-Pero están abiertos a ellas, y de hecho, admite que ha habido contactos, incluso con instituciones. ¿Entre ellas, Zona Franca?

-Sí, pero fuimos nosotros quienes nos dirigimos a Zona Franca. Le entregamos un dossier del edificio, y nada más. Esto fue antes de conocerse la iniciativa del alcalde para venderle el Rectorado. Y desde entonces, ahí quedó la cosa.

-¿No hay previsión de convocar una asamblea extraordinaria?

-Ni mucho menos. A nosotros lo socios nos votan y nosotros tenemos una responsabilidad. Y mi intención es decirles: señores, existen estas alternativas, y la junta directiva apuesta por ésta, por ejemplo. A lo mejor, cuando se convoque esa asamblea extraordinaria, la junta directiva dice que de las tres opciones le pedimos la aprobación de una en concreto que no es necesariamente la venta del edificio.

-¿Y cuáles serían las otras dos?

-Básicamente, la hipoteca sobre la sede central en Príncipe, porque lo que queremos evitar es que por falta de tesorería vayamos haciendo una deuda. Después, la tercera opción sería una derrama o un aumento de las cuotas de socios.

-Algunos socios sostienen que toda la inversión realizada en la Ciudad Deportiva no ha tenido el retorno esperado; que causa más perjuicios que beneficios a la histórica entidad.

-En absoluto. Llevo en la directiva ocho años, cuatro como vicepresidente, y el año que viene hago el cuarto como presidente. La gran inversión que se hizo en la Ciudad Deportiva fue con el hipotecario que estamos pagando ahora, aprobado con la directiva presidida por Cándido Rial, de 1.800.000 euros. Qué más quisiera yo que tener el dinero suficiente para poner un edificio de cien años como el de la sede de Príncipe con todas las comodidades. Pero es imposible. El año pasado construimos cuatro pistas de pádel cubiertas en la Ciudad Deportiva y puedo asegurar que sí tienen un retorno económico. Aunque también reconozco que tiene un problema difícilmente salvable, como la localización geográfica. Y sobre todo en invierno se hace muy lejos ir allí. Y luego la competencia que tiene, porque ahora en el entorno se multiplicó la oferta de estas instalaciones.

-Algunos afiliados la ven como un "lastre".

-Pues en absoluto. Yo me niego a pensar que hay dos Mercantiles: uno sede central y otro Ciudad Deportiva. Sí es cierto que la tipología de socios y usuarios es completamente distinta. El de la Ciudad Deportiva es un socio familiar, con niños pequeños o un socio que practica deporte. Y la de la sede de Príncipe es de un socio de más edad. Y ojo que yo reconozco que si el Mercantil existe ahora es gracias a estos socios.Por eso aclaro que nuestro planteamiento nunca pasaría por quedarnos sin sede central, y tampoco sin la Ciudad Deportiva. O lo que es lo mismo, el Mercantil no se entendería sin una Ciudad Deportiva y tampoco sin una sede central. Creo que es el momento para que los socios reflexionen y que la gente no se crispe.