Cuatro años de prisión como autor de un delito de robo con intimidación. Esta es la condena impuesta por el titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo a un ladrón reincidente por asaltar una farmacia intimidando al propietario y a una empleada con una pistola detonadora. El magistrado concluye que concurre una circunstancia agravante de reincidencia -le consta una sentencia firme de 2009 ya liquidada- y una atenuante de drogadicción por la dependencia del acusado a la cocaína y al cannabis.

Ocurrió la tarde del 15 de agosto de 2013. Según los hechos probados de la sentencia, a las 17.30 horas de ese día el condenado, Juan G.V., que llevaba gafas de sol, se dirigió a una farmacia ubicada en la calle Alcalde Gregorio Espino de Vigo. Una vez dentro, sacó una pistola detonadora de hierro con la que apuntó al propietario del establecimiento diciéndole "dame la caja, dame el dinero". Una vez se lo dio, intimidó con el mismo arma a una empleada obligándola a que le entregara el dinero que había en una segunda caja, lo que la mujer hizo. El ladrón se hizo así con un botín que ascendió a 1.900 euros y se fue de la farmacia. Cinco días después el imputado pasó por delante de la farmacia y la empleada lo reconoció y llamó a la Policía, que le arrestó. El magistrado considera que el acusado presentaba "un cuadro de dependencia y consumo perjudicial de cocaína y cannabis" que influyó en su forma de actuar, sin que tal hecho hubiera limitado sin embargo "su facultades de entender y querer".

Durante la vista oral celebrada el pasado enero, el acusado, cuya defensa pidió su libre absolución, negó la autoría del atraco, alegando que él sólo asaltaba bancos, no farmacias. Cuando sucedió el robo de la botica, el condenado apenas llevaba unas semanas en libertad tras haber cumplido la sentencia de 2009 por un atraco a una entidad bancaria.