Una juez de Vigo acaba de dictar una sentencia en la que priva a la propietaria de un piso y a su hija de utilizar esta casa durante un período de dos años, y por ello de residir en ella, por el "estado continuo de suciedad" en la que la tienen desde hace años, con "acumulación de basura" y "fuertes olores" que se propagan al resto de viviendas del edificio y a las zonas comunes. La magistrada, que califica la situación de "nociva, dañosa e insalubre", estima así la demanda presentada por la comunidad de propietarios del inmueble, de la avenida de Fragoso, que acudió a juicio al no prosperar los reiterados intentos de arreglar la problemática por vía extrajudicial con reclamaciones y denuncias ante Medio Ambiente y Policía Local. En la casa, además de la dueña y su hija, vive el novio de esta última. Tienen cuatro perros y dos gatos.

La titular del Juzgado de Primera Instancia 10 de Vigo declara que el piso "se encuentra en un estado de suciedad contrario a las normas de convivencia y buena vecindad" y considera responsables a madre e hija: a la primera por ser la propietaria y a la segunda por vivir "de forma permanente" con ella y ser una de las culpables "del mal estado" de la propiedad. Así, condena a ambas "a cesar en dicha actividad molesta, nociva e insalubre" para el resto de propietarios y ocupantes de los pisos de la comunidad, así como "a realizar las labores de limpieza y desinfección necesarias".

La magistrada concreta que las demandadas deberán retirar los "restos" y "animales" que hay en el piso para "eliminar la situación provocada por los malos olores". Y además, y este es uno de los puntos más destacados de la sentencia, por ser una medida excepcional, la juez priva a estas mujeres "del uso de la vivienda y todos los derechos inherentes al mismo durante dos años". Durante ese período no podrán vivir en ella. "Es una especie de expropiación temporal de la utilización de la casa", explican fuentes judiciales. La medida se contempla en la Ley de Propiedad Horizontal.

La juez concluye que se probó que madre e hija hacen "un uso indebido" de su propiedad ya que su "estado continuo de suciedad" y la acumulación "de basura" provocan "fuertes olores" -así como "presencia de insectos"- que se propagan al resto de viviendas del edificio y a las zonas comunes. En el juicio, una vecina relató que deben tapar los sumideros y "cualquier agujero" de los pisos para evitar que pasen "los olores y los bichos", añadiendo que debido a la situación está a tratamiento, su hijo sufre jaquecas y deben irse de su casa en los meses de verano.

Las denuncias y quejas de los vecinos están corroboradas por los sucesivos partes de la Policía Local. Los últimos son de 21 y 23 de mayo de este año, cuando los agentes acudieron a la vivienda al concluir el plazo que había dado el departamento de Medio Ambiente a las mujeres para limpiar su casa. Pero pese al requerimiento, los policías, una vez en el piso, se encontraron con "olor desagradable", "suelo resbaladizo y pegajoso", la cocina "sucísima" con la pileta llena de "cachorros mugrientos" y con la habitación principal y el baño "lleno de bolsas de basura". En la casa hay cuatro perros y dos gatos, "con el consiguiente olor a animal sucio". Los agentes ya habían reflejado la situación de este domicilio en partes de 2012 y 2013, en los que llegaron a advertir de que el olor que se desprendía al rellano de la escalera y al edificio era "horriblemente nauseabundo". La Policía Local concluyó en su último informe que, dada la negativa de las propietarias a solventar la situación, era preciso "adoptar medidas para proteger al resto de moradores del edificio".

La juez ha adoptado ahora medidas con esta sentencia. Y lo hace por la "persistencia" y la "gravedad" de la situación, que se prolonga al menos desde 2011, y porque la dueña contraviene con su actitud las obligaciones que contempla la ley. La sentencia no es firme y cabe recurso de apelación.