Un informe de expertos de la Universidad de Cantabria sobre la colisión entre el Milenium Dos y el New Glory en el Estrecho en enero de 2012 aconsejaba un reparto de culpas "al 50%" basándose también en la reglas del RIPA. A su juicio, este último buque "es el responsable de la colisión y de la gravedad de los daños causados debido a la inadecuada maniobra evasiva que realizó, que además causó que la proa se quedara incrustada en el ferry, y no paró sus máquinas hasta, al menos, 40 segundos después del abordaje, empujando durante 7 minutos al transbordador, quedando ambos enganchados y a la deriva durante más de seis horas". Esta descripción guarda muchas similitudes con el choque del Baltic con el Mar de Marín. Sus cinco supervivientes declararon en el juzgado que el mercante arrastró su barco durante dos minutos sin reducir en ningún momento la velocidad.

No obstante, el informe cántabro razona que el reparto de culpas "debe ser equitativo" porque el Milenium Dos es el que cede el paso y no observa al carguero "hasta 11 segundos antes del abordaje, a menos de 100 metros, por lo que incumple la regla sobre vigilancia y, por ello, tiene la incapacidad para cumplir otras cuatro".