Para Fernando Fernández Molares -del grupo crítico con la directiva comunal de Cabral- la reunión del domingo se suspendió por el temor de la junta rectora a no sacar adelante las cuentas de 2014. "En ningún momento hubo crispación; la asamblea la suspendió el presidente al ver que la segunda votación también la podría perder", apunta. Según asegura Fernández Molares, cuatro comuneros constataron en el salón del Ifevi que el primer sufragio arrojó un resultado negativo para la directiva.

-¿Cómo se explica el clima de tensión que se ha instalado en la comunidad de montes de Cabral?

-Por la gestión de la comunidad y la desconfianza generada a raíz de cómo quisieron poner Porto Cabral en la parroquia. Se vieron irregularidades y se llegó a esto.

-¿Apoya la parroquia a la actual junta directiva de los montes?

-Sí, en el círculo de la asociación vecinal. Ese es el único refugio que tiene la comunidad.

-¿Y entre los comuneros? ¿Cree que debería dimitir la directiva?

-Eso es una decisión de la junta directiva. Nosotros nunca le pedimos la dimisión directamente. Los que tienen que recapacitar y decidir son ellos, pero ayer se demostró que tiene más gente en contra que a favor. No tiene apoyo suficiente para seguir adelante.

-Ustedes denunciaron un desfase de dos millones de euros en las cuentas, ¿siguen sosteniéndolo?

-Las cuentas siguen en el juzgado. Si dan por aprobados tres meses, irán al juzgado de nuevo. Nos obligan a ir al juzgado. También comuneros como yo, por hacer declaraciones a prensa, hemos sido citados a declarar; no por otra cosa.

-Ustedes también denunciaron irregularidades en la convocatoria.

-Es una irregularidad convocar la aprobación de cuentas de tres meses. Además le quitan representatividad a la unidad familiar. Por otro lado, nosotros, con un requerimiento notarial, le entregamos el viernes 309 firmas solicitando el voto en urna para que no pasara lo que ocurrió en la anterior cita. Ese día también solicitamos ver la documentación para la asamblea y se negaron a facilitárnosla. Por último, es una vergüenza que hubiera siete dotaciones de Policía Nacional y un despliegue de guardias, con 14 personas frente al estrado, que era una provocación al comunero.

-¿Hubo gente que alzara las dos manos durante la votación?

-No, se votó libremente.