A Cíes se van a disfrutar y también a trabajar. Como así hicieron ayer varios grupos de voluntarios que, acompañados por especialistas en oceanografía, participaron en la jornada de limpieza de los arenales del archipiélago vigués organizada por la dirección xeral de Conservación da Natureza. La titular de este departamento autonómico y responsable del Parque Nacional, Verónica Tellado, además del director del territorio insular protegido, José Antonio Fernández Bouzas, se unieron a los esforzados limpiadores que se incribieron en la convocatoria, cerca de un centenar, bastantes más de los 70 previstos.

La actividad, organizada por el Parque Nacional en colaboración con el Campus do Mar y la Asociación de Oceanógrafos de Galicia, se enmarca dentro del Día Internacional de la Diversidad Biológica, que este año está dedicado a las islas y áreas marinas costeras. Los voluntarios zarparon del puerto de Vigo a las 9.50 horas rumbo a Cíes con el objetivo de colaborar allí en la retirada de residuos sólidos que llegan a estas islas por acción de las mareas.

De hecho, Medio Ambiente ha subrayado que la basura marina es una "presión emergente en el medio ambiente costero y marino", ya que tiene "impacto sobre la vida silvestre y los hábitats", así como en las "actividades humanas y en la salud". En concreto, el Parque Nacional Marítimo Terrestre de las Islas Atlánticas se encuentra bajo el Convenio OSPAR desde el 2007, resultado de refundir los convenios anteriores de Oslo (para la prevención de la contaminación marina provocada por vertidos de buques y aeronaves) y París (para la prevención de la contaminación marina de origen terrestre). Por su parte, la Agencia Europea de Medio Ambiente ofrece una aplicación para monitorizar la retirada de basura de las playas, aportar información y mostrar los beneficios de la participación ciudadana en la recogida de residuos.

Al final de la jornada, Fernández Bouzas explicaba que la limpieza se desarrolló además de la isla Faro en la sur de San Martiño. Entre los residuos retirados, destacó el elevado número de bastoncillos; resto de boyas y de aparejos de pesco, así como botellas de plástico. "Lo ideal sería que no hubiera nada, pero tampoco encontramos una cantidad relevante", concluyó.