Los pasillos de las Urgencias del Meixoeiro volvieron a saturarse ayer de camillas y sillas de ruedas de pacientes. Los usuarios denunciaron esperas de más de seis horas para la primera atención por parte de un facultativo. El Sergas asegura que la presión fue la "habitual" y que, a las 18.30 horas, solo quedaban cinco pacientes pendientes de ingreso que, además, tenían "cama asignada".

Una madre que, a las 11 horas, acudió con su hija por un desmayo sin motivo aparente, denunciaba pasadas las 17.30 horas que aún no le había atendido ningún médico. "Los enfermeros le enchufaron el suero, que ya se agotó, y aquí seguimos sin comer ni nada", relataba. Una señora mayor con un hueso fuera del sitio criticaba que llevaba esperando cuatro horas solo con un cabestrillo. De los cinco pendientes de ingreso que reconoce el Sergas a las 18.30 horas, tres llevaban allí desde la noche anterior "pendientes de evolución". Los otros dos esperaban desde la mañana.