Intensas miradas y sonrisas sinceras que contrastan con la cruda realidad que les rodea. El fotógrafo Fernando Cambeiro prepara una exposición en Vigo con las imágenes realizadas durante el primer foro sobre la discapacidad en África organizado por la presidenta de Malawi y Special Olympics el pasado febrero. A través de los retratos de los niños y adultos con discapacidad psíquica a los que ayuda esta entidad sin ánimo de lucro y las fotografías tomadas en escuelas y poblados, pretende recaudar fondos para dicha organización.

Cambeiro ya había trabajado para Special Olympics en Cataluña y Galicia cuando el vicepresidente de Desarrollo Global, David Evangelista, le propuso ser el fotógrafo oficial del encuentro que reunió durante 3 días en la capital del país, Lilongwe, a mandatarios de 12 países, entre ellos, Namibia, Uganda, Tanzania y Sudáfrica. "Me sentí realizado al hacer algo por gente que no tiene ninguna posibilidad", señala.

Malawi es uno de los países menos desarrollados de África y se estima que unos 200.000 niños menores de 18 años sufren una discapacidad psíquica, lo que les convierte en la población más excluida, sin acceso a educación ni atención sanitaria.

"Evité hacer las fotos más dramáticas, las fáciles, las que encuentras en cada esquina. Para mí, las miradas de los niños son muy fuertes. De alguna manera te dicen por qué a mí me ha tocado estar aquí y a ti no. Son las imágenes que más me impactaron. Al principio, te ven con desconfianza pero en cuanto interactúas con ellos desaparece. Recuerdo una visita a una escuela en la que nos recibieron bailando y cantando. Es algo muy emocionante. Te desborda su agradecimiento", relata.

Special Olympics nació a finales de los 60 en EE UU y hoy está presente en 170 países para facilitar la inclusión social de personas con discapacidad psíquica a través del deporte. Por ello, además de cubrir la reunión de los mandatarios y expertos en este ámbito, Cambeiro documentó el partido que enfrentó a deportistas de la ONG con leyendas del fútbol de Malawi y Sudáfrica y al que asistieron unas 6.000 personas.

Organizaciones como Unicef, el Club Internacional de Leones y Cruz Roja apoyaron la iniciativa y el fotógrafo también participó en las visitas realizadas a escuelas en las que se desarrollan programas para luchar contra el cólera o evitar el VIH, que causa decenas de miles de muertes al año en este país del sureste africano.

Entre las experiencias más impactantes, recuerda una visita a un poblado en el que retrató a una niña discapacitada: "No disponen de agua corriente, pero su padre tenía un móvil. Les hemos transmitido lo peor de nuestra sociedad y están obsesionados por el consumismo y las marcas. No los educamos ni les ayudamos a aprovechar sus recursos y vivir más dignamente, pero les vendemos zapatillas".

Tras un viaje que le marcará para siempre, Cambeiro selecciona ahora las alrededor de 30 fotografías que integrarán la exposición entre las 4.500 que tomó en Malawi y sobre las que a menudo charla con su hija para que sepa "la suerte que tiene".