El emprendedor vigués José Luis Leirós se ha propuesto que aparcar "no sea una cuestión de suerte" gracias a una aplicación gratuita que convierte el teléfono móvil en un "radar de plazas" y permite al usuario reservar la más cercana a su posición, de forma que ahorra combustible y contribuye a reducir el tráfico urbano y la contaminación. La iniciativa ha sido seleccionada entre más de 660 proyectos innovadores por Wayra, la aceleradora de startups de Telefónica, para recibir financiación y apoyo de expertos durante un año. Solo había diez plazas finalistas -5 en Madrid y 5 en Barcelona- y Apparcar competía con más de 400 propuestas presentadas en la capital.

La aplicación ya fue validada con éxito en una calle de Oviedo con 33 plazas el pasado septiembre. A lo largo de los 20 días que estuvo en marcha se registraron más de 2.000 usuarios y la media de reservas diarias fue de 130-140. "Resultó una experiencia fantástica y los conductores la valoraron con un 4,7 sobre 5. El ayuntamiento también quedó muy contento con los resultados y ha elaborado un nuevo pliego para sacar a concurso la gestión del aparcamiento en superficie de la ciudad", destaca.

Leirós ya se encuentra en conversaciones con empresas importantes del sector para que utilicen su aplicación y también con otros ayuntamientos españoles para realizar un segundo ensayo con más plazas y durante más tiempo.

La aplicación ha sido distinguida además por Fundetec como el mejor proyecto para el fomento de las ciudades inteligentes y al emprendedor vigués le encantaría demostrar los beneficios del sistema en Galicia.

Leirós, economista de formación, trabajó en Morgan Stanley, Naciones Unidas (Nueva York) y Unicef (Copenhague) antes de dirigir en Silicon Valley la oficina para EE UU de una consultora que ayuda a las startups tecnológicas a conseguir inversores.

"Ya tenía ganas de emprender y después de trabajar en Silicon Valley todavía más. Así que dejé un trabajo fijo y que me gustaba para llevar a cabo un proyecto que me llenase. En el mundo hay más de mil millones de vehículos que tardan en aparcar unos 20 minutos. Además del enfado monumental de los conductores, esto genera una cifras espectaculares de gasto en combustible y de emisiones de CO2. Es un problema global, grave y muy interesante para trabajar", comenta.

Así que el vigués no dudó en regresar a España a pesar del momento económico: "Valoramos muy mal los riesgos y a veces el riesgo consiste precisamente en no intentar hacer lo que quieres por comodidad. Yo tenía ganas y vi que era un buen momento. Muchas veces la crisis son las épocas más adecuadas".

Funcionamiento sencillo

El funcionamiento de Apparcar es muy sencillo y se inspira en el sistema para reservar vía on line las butacas en un teatro o en el cine. "Trasladamos este concepto a la calle y el sistema indica al usuario qué plaza más cercana está disponible. El usuario solo debe facilitar un correo electrónico y una matrícula para registrarse y las plazas están geolocalizadas, de forma que sin hacer ninguna inversión en sensores se dispone de una información muy rica en tiempo real sobre cuáles están ocupadas y por cuánto tiempo".

El ayuntamiento debe crear un nuevo tipo de zonas de aparcamiento público, identificadas con un gran número en el centro y otro más pequeño en un lateral que permita verlo cuando el coche está estacionado. Si un usuario se encuentra con otro vehículo en la plaza reservada previamente puede notificarlo a través de la propia aplicación, que automáticamente le dirigirá a la alternativa más cercana y, tras la pertinente comprobación por parte del controlador, se le aplicará un descuento en la tarifa.

"Se facilita la vida del gestor de las plazas y del conductor", resume José Luis Leirós sobre la aplicación, que utiliza logaritmos propios para "tomar decisiones y minimizar la distancia recorrida por el vehículo".