La Fiscalía solicitó ayer una condena de 2 años y 6 meses de cárcel para un comercial vigués como presunto autor de un delito de apropiación indebida por quedarse con mercancía valorada en más de 4.000 euros. El vendedor -considerado como de los mejores de su empresa ya que siempre alcanzaba los objetivos y a veces "los doblaba", motivo por el que llegó a obtener un premio- niega los hechos: "Jamás me quedé con abonos, ni con dinero ni con nada ¿para qué quiero yo unos tornillos?"

El juicio se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo. Según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía, Javier C. A. prestó sus servicios como representante de comercio en la zona de Galicia para la entidad mercantil "Berner Montaje y Fijación S.L." durante más de un año -el período comprendido entre enero de 2008 y febrero de 2009-. Entre las funciones propias de su cargo se encontraban las de recoger los pedidos de los clientes, entregarles las mercancías y recoger personalmente las devoluciones que se pudieran hacer de este material, el cual era posteriormente entregado por el imputado en las instalaciones de la empresa.

En el desempeño de tales funciones, el imputado, supuestamente movido por el ánimo de obtener un ilícito beneficio económico, recogió y no reintegró a las instalaciones su empresa mercancías de 16 clientes, la gran mayoría empresas, sostiene la Fiscalía. La cantidad en que estaba valorado el material asciende a más de 4.000 euros: la cantidad más alta es de 1.123 euros y la más baja, de 33. Además, cuando el joven se fue de la empresa no devolvió supuestamente material que se le había entregado para el desempeño de su función valorado en 180 euros. Además de la pena de cárcel, la fiscal solicita que indemnice a la empresa para la que trabajó en 3.960 euros.

El comercial acusado negó la autoría de la apropiación indebida. Tras describir que era un trabajador muy valorado ya que, con la excepción de contados meses, siempre alcanzaba los "objetivos" e incluso "los doblaba", remarcó que decidió irse de la empresa porque "estaba desmotivado en la venta" . "Me reuní con mi jefe y en un pacto de caballeros decidimos cesar la relación", afirmó, añadiendo que cuando se fue devolvió el turismo que usaba de trabajo, el teléfono móvil y la mercancía que aún tenía él.