La Consellería de Medio Ambiente veda la pesca en dos tramos del Lagares de 10,8 kilómetros de longitud con la intención de "favorecer la recuperación de la fauna del río tras el impacto causado por el vertido del 23 de marzo". La muerte de todos los peces y anfibios que se encontraban en el cauce principal y los afluentes se produjo apenas una semana después de que se abriera después de años de espera el coto de pesca de Fragoso y se creara un tramo libre de pesca sin muerte en el curso principal, aguas abajo.

La autorización ha durado dos semanas porque ayer el DOG publicaba la resolución de la Dirección Xeral da Conservación da Natureza del 2 de abril por la que de nuevo se prohibe la pesca en el tramo comprendido entre el puente de la avenida de Madrid y el de la rúa dos Muíños, de 7,8 kilómetros de longitud, y el tramo de tres kilómetros entre Ponte Babío y la desembocadura.

"Aún que la mortalidad no fue tan severa como en el año 2008 -incendio de O Gorxal-, el estado de las poblaciones de peces aconseja vedar con carácter de urgencia los tramos afectados tanto en el curso principal como en el afluente del Barxa", donde inicialmente fue detectado el vertido el día 23. Las especies localizadas en el Lagares son reñosa, anguilas, truchas y sollas.

Tras la llegada de restos de la extinción del incendio de O Gorxal, al Lagares le había costado recuperar la normalidad. Se vedó la pesca en 2009, al año siguiente también se mantuvo la prohibición para recuperar la trucha y los dos siguientes ejercicios fueron para realizar inventario y análisis. Por fin en marzo de 2014 se abrieron dos tramos para los aficionados, que ahora deberán esperar a la temporada de 2015, según fijó ayer la Xunta.

Aprovechó el anuncio oficial para explicar que Augas de Galicia, en colaboración con el Seprona y el Concello aún no pudo identificar al responsable del gravísimo vertido de marzo. Acabadas las inspecciones en las empresas de Beade-Valladares no se logró identificar el foco contaminante, pero sí explican de Medio Ambiente que "la investigación continúa abierta respecto a algunas irregularidades encontradas". El análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad tampoco revelaron movimientos sospechosos y por ahora el análisis de tóxicos en los peces no revele la causa de la mortandad tan elevada. "Con las muestras que aún queda se analizarán otros parámetros de los que Augas de Galicia mide en su seguimiento a las aguas".